Los fósiles de megalodón encontrados al norte de La Graciosa son de crías que podían medir “unos seis o siete metros”

“En Marruecos sí se han encontrado fósiles de estos depredadores, pero en España no hay constancia de ello”, asegura Pedro José Pascual, biólogo marino del IEO
Yolanda Téllez
Fotos: IEO
Los fósiles de megalodón, el tiburón más grande y depredador marino que ha existido en el planeta, encontrados al norte de La Graciosa, son de crías que “podían medir entre seis y siete metros”, según asegura Pedro José Pascual, biólogo marino del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Y es que, según explica Pascual, al igual que ocurre con el tiburón blanco, las crías de megalodones vivían cerca de la costa para garantizar su supervivencia, mientras que cuando ya eran adultos lo hacían en mar abierto. Precisamente, los fósiles encontrados en aguas canarias fueron hallados al pie de la montaña submarina conocida como Banco de la Concepción.
Los megalodones eran “grandes depredadores” que se alimentaban “de grandes presas, como ballenas, delfines, focas u otros mamíferos marinos”. Los adultos podían medir hasta 20 metros y pesar 100 toneladas de peso. “Se han encontrado dientes en algunos lugares como California de hasta 17 centímetros”, explica Pascual, quien apunta que “vivieron durante más de 20 millones de años”. “Evolucionaron y eso también se ve en los dientes”, añade.
El hallazgo en aguas canarias, según afirma el biólogo marino del instituto Español de Oceanografía, es de gran importancia, no sólo porque permite “esbozar el paisaje marino existente en las Islas Canarias cuando éstas comenzaban a nacer, en la época del Mioceno, hace más de 20 millones de años”, sino porque es la primera vez que se encuentran fósiles de estos grandes depredadores en aguas españolas. “En Marruecos sí se han encontrado, pero en España no hay constancia de ello”, precisa Pedro José Pascual.
Complejidad técnica
En este sentido, Pascual apunta que se han hecho “pocos trabajos al respecto”, especialmente en Canarias. “Los fósiles en Canarias están más centrados en tierra”, señala el biólogo del IEO, que destaca hallazgos como los huevos de ratites encontrados en Lanzarote, o fósiles de ratas, lagartos y tortugas gigantes hallados en el archipiélago.
El que existan pocos trabajos en mar, según Pascual, se debe a la complejidad técnica, “pues hay que coger muestras a más de 1.000 metros de profundidad”. “Cuando más profundo, más se retrocede en el tiempo”, explica.
Además de los dientes de megalodón, en el Banco de la Concepción se encontraron fósiles de otras especies de tiburones, lo que demuestra la existencia de enormes cantidades de comida como ballenas, focas, sirénidos o bancos de peces en aguas canarias en aquel momento de la historia de la Tierra.
Según explica Pascual, estos fósiles han sido analizados con la ayuda Franco Cigala Fulgosi, profesor de paleontología y paleoecología de la Universidad de Parma, pero “aún queda trabajo por hacer”. “Hay que identificar las especies, analizar el tipo de rocas, corrientes y después publicar las conclusiones”, señala el biólogo marino del IEO, que indica además que se volverá a la zona para “conseguir datos más robustos”.
Hay que recordar que el hallazgo se produjo durante la campaña de investigación marina (INCOECO 1012), realizada por el buque oceanográfico del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Ángeles Alvariño, en el contexto de su participación del en el proyecto LIFE+INDEMARES Inventario y designación de la Red Natura 2000 en áreas marinas del Estado Español, que es liderado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).