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La huella de la borrasca Dorothea a su paso por Lanzarote


Vientos huracanados, calima, suspensión de clases y destrozos

 

 

  • Lancelot Digital
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    Los vientos huracanados de la borrasca Dorothea llegaron a la octava isla dejando a su paso un sinfín de destrozos. Los Bomberos tuvieron que actuar en las azoteas para apuntalar estructuras en riesgo de caída; al igual que en pérgolas. En esta imagen, facilitada por el Consorcio de Seguridad y Emergencias, se ve la gráfica de la fuerza del viento que alcanzó por momentos picos de 85 km/h lo que generó un asilamiento total de la isla por unas horas.


    Pero la situación no sólo afectó a La Graciosa. La Bahía de Arrecife, algo más resguardada, también fue notando la presencia del viento traduciéndose en mar de fondo que agitó las aguas en las proximidades del RCNA.


    Otro de los fenómenos que se produjeron fue la intensa calima que tiñó el cielo de Lanzarote desde el mediodía. La isla se sumió en una oscuridad casi total alcanzándose valores muy altos de partículas en suspensión y por ello muchos municipios, como Tinajo, Yaiza o Haría cerraron sus instalaciones durante la tarde para evitar la práctica deportiva, tanto por el viento como por la calima.


    E incluso, en este desbarajuste meteorológico, en San Bartolomé un vecino fotografió hasta rayos ya entrada la noche.

     

    En este caso, la jornada se cerró con calma en algunos puntos de Arrecife. Mientras el mar azotaba la zona norte, en La Marina el mar estaba en calma para cerrar una jornada caótica en cuanto al tiempo se refiere.

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