José Mangas: “Este volcán dejará un bagaje de experiencia único”

El catedrático de Geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria analiza esta erupción del siglo XXI, retransmitida en directo y seguida al segundo
-¿Marca la erupción de Cumbre vieja un antes y un después en Canarias en el estudio de la actividad volcánica de las islas? ¿Se está aprendiendo como nunca?
-En el proceso eruptivo que estamos viviendo en La Palma están interviniendo instituciones públicas del Estado, investigadores y funcionarios públicos que trabajan en el estudio de los volcanes. Justo por eso decimos que es una erupción del siglo XXI en la que participan geofísicos que estudian la sismología, radiometría, geodesia, geoquímicos, que estudian la composición química de los gases, tanto de la columna eruptiva como de los que están en el terreno, también geólogos con especialidades de la petrología o la mineralogía, geoquímica de rocas, que determinan las propiedades del material que sale en la erupción, tanto el material líquido que se consolida en forma de rocas volcánicas, como estudiar que tipo de coladas son, las morfologías, el recorrido de las coladas… Además, hay geógrafos relacionados con toda la parte cartográfica, la elaboración de mapas de riesgo volcánico, estudios de posibles variaciones del terreno; ingenieros topográficos; informáticos; matemáticos que trabajan en Big Data… la erupción de Cabeza de Vaca, que fue donde nació, nos va a dar una gran experiencia a todos estos científicos, que son esencialmente del Instituto Geográfico Nacional, con su sede en Tenerife, del Instituto Geológico y Minero de España, con su sede en Las Palmas, las dos Universidades Canarias, y al Involcan, y también a su instrumentación. Todas estas personas realizarán publicaciones y esto dejará un bagaje de experiencia único. Esta experiencia les servirá para las erupciones futuros. Se está aprendiendo muchísimo en vulcanología. Esta erupción es muy diferente a las del Teneguía o a la del 49, en que tanto los instrumentos, como los profesionales, los medios, en definitiva, no eran como los actuales. También los medios de comunicación están dejando muchísima información que quedará ahí para la posteridad.
-¿Está siendo una erupción más fuerte y destructiva de lo esperado inicialmente?
-Cuando comienza una erupción, al principio no se sabe por dónde va a salir. Una vez que se generó la fractura eruptiva, el día 19 de septiembre, a las tres y cuarto de la tarde, en la zona de Cabeza de Vaca, a unos 600 metros de altitud, ya conoces el punto de salida por dónde va a salir todo el material magmático. Lo que no se sabe nunca, porque hay que ir día a día, justamente midiendo los parámetros vulcanológicos de la erupción, es cuanto va a durar. En este tipo de erupciones, que son las que han ocurrido históricamente en toda Canarias, hay que ir viendo qué es lo que sucede cada día, que es lo que estamos viendo todos. ¿Y qué es lo que sucede? En el lugar en que se produjo la erupción era una zona de pinares, con pocas edificaciones y parte de un espacio protegido, pero en el momento en que la lava empieza a discurrir en un área de varios kilómetros cuadrados, pues la cosa cambia porque los flujos lávicos discurren siempre de mayor pendiente a menor pendiente, como es lógico porque es un fluido líquido que busca los cauces y barrancos. Esta zona dónde se ha producido la erupción, la población es muy dispersa. Los núcleos poblaciones se centran en Tazacorte y en Los Llanos, pero hay muchas poblaciones dispersas, barrios por toda la ladera. Esto está haciendo que siendo una erupción no muy explosiva, algo tipo en las erupciones estrombolianas, esté haciendo mucho daño porque discurre por una zona con muchos barrios y explotaciones ganaderas. La erupción del Teneguía salió en una zona casi despoblada del todo y casi no afectó a la población. En San Juan no había tanta población, así que el daño tampoco fue tan grande. Esta es una buena zona de cultivo, por eso el daño está siendo mucho mayor. No es que la erupción sea más destructiva es que la zona está más poblada.
-¿La alta actividad sísmica detectada indica que el magma busca otra salida por otro lado lejos de la boca de Cumbre Vieja?
-Cuando una semana antes de la erupción, comenzó a producirse un enjambre sísmico con terremotos diarios, los sismólogos ya señalaron que esto estaba indicando algo. Lo normal es que no tengamos terremotos en Canarias, salvo algunos esporádicos de asentamiento. Pero cuando se producen decenas de terremotos en un día, ya es indicativo que hay algo debajo que quiere salir. Eso fue justo lo que ocurrió en la semana anterior al 19 de septiembre. Desde ese día, en que se generó una fisura de 400 metros y en ese lugar se instalaron las principales bocas eruptivas y las secundarias. Y seguimos teniendo decenas de terremotos, que se producen en los hipocentros, situados a unos 25 o 40 kilómetros, eso es el manto superior de la corteza terrestre y nos está indicando que ahí se están produciendo pequeños poros y fisuras llenas de magma que forman pequeños canales con líquido magmático. Ese líquido forma canales más importantes y, teniendo en cuenta todos los terremotos, indica que se están acumulando miles de metros cúbicos de magma en la zona alta del manto superior terrestre.

-¿Es lo normal?
-Los hipocentros de la mayor parte de los terremotos se concentran entre unos 15 y unos 3 kilómetros de profundidad. Eso es la corteza oceánica que en Canarias tiene unos 160 millones de años. Ese magma irá subiendo por ascenso porque tiene menor densidad, el manto de la tierra tiene una densidad de 3’3 centímetros cúbicos y, por tanto, se estanca y se forma una cámara secundaria. La primaria estaría en la parte alta del manto superior, unos 25 o 30 kilómetros, y hay una masa importante, el líquido sigue subiendo y hay canalillos y riachuelos. Lo cierto es que la cámara magmática tiene tanto dinamismo que quiere subir y salir hacia afuera. Hablamos de millones de metros cúbicos de magma que fuerzan y rompen la estructura y, cada vez que esto ocurre, se genera un terremoto a no mucha profundidad y, después, se produce la erupción. En ese momento sale todo el material acumulado, tanto en la cámara que está en la parte alta del manto superior, que alimenta a la que tiene encima, que está en el edificio insular. Este tiene por encima del mar unos 2.450 metros, por debajo 4.000 metros y la corteza oceánica tiene unos 7 kilómetros. De la cámara saldrá un diez por ciento del material acumulado, porque cuando las cámaras magmáticas pierden gas ya no tienen fuerza para que siga saliendo magma. Es raro que se formen bocas eruptivas en otras zonas de la isla. Lo normal es que sea en el entorno de Cumbre Vieja, donde se ha originado. Es decir, puede buscar otras salidas, pero cerca de dónde se formó.
-¿Y tanta actividad sísmica puede indicar a los estudiosos que dentro de unos pocos años puede haber otra erupción en La Palma?
-Las cámaras magmáticas de las que hablábamos, no se han formado desde el pasado 19 de septiembre. Llevan ahí probablemente miles de años porque se forman con centenares de millones de metros cúbicos de magma y eso tarda mucho tiempo en enfriarse y solidificarse. Lo que ocurre es que acumulan líquidos y gases disueltos durante miles de años y llega un momento en que tiene demasiados gases y líquidos, presiona y rompe la corteza oceánica y el edificio insular y se produce la erupción. Al mirar las erupciones históricas de Canarias, en todas hay magmas basaníticos y magmas teflíticos. Los primeros tienen un recorrido que viene de la parte alta del manto superior y pueden salir en la erupción. En todas, las erupciones canarias, los ha habido. Pero también, salen teflitas. Es un magma que lleva más tiempo debajo de la isla. Hay menos líquidos, menos olivino y más cristales. Hay más pirosenos, más anfíboles y feldespato, y cuando se producen las erupciones son más espesas y con más minerales. El magma que está saliendo en La Palma lleva ahí miles de años. Se cree que las cámaras magmáticas pueden tardar hasta un millón de años en enfriarse. Dependiendo del tamaño de la cámara, se enfriará antes o después. Por eso siempre queda una actividad fumaroliana, tal y como ocurre en el Teide, y en otros volcanes. Por tanto, respondiendo a la pregunta, claro que se puede producir dentro de unos años otra erupción en La Palma.

-¿Dónde está ahora mismo el punto caliente de Canarias?
-Ahora mismo está debajo de Tenerife, debajo de La Palma y debajo de El Hierro. Ese punto caliente es el que alimenta las cámaras que se forman debajo de los edificios insulares. Por eso tenemos erupciones históricas, en estas islas. Pero, cuidado, podemos tener erupciones en Gran Canaria, en Fuerteventura o en Lanzarote. Donde ha habido decenas y decenas de erupciones en el Cuartenario y el Oloceno. Todas las islas pueden sufrirlas, aunque tienen más posibilidades las occidentales que las orientales. Hay una nueva hipótesis que sería como una corriente convectiva que sube por La Palma, El Hierro y Tenerife, pero luego va por las otras islas hasta África y, por este motivo, puede haber erupciones.
-Lanzarote sufrió la mayor erupción de la era histórica con Timanfaya. Fenómenos como ese de una duración de cinco o seis años, ¿son posibles o los datos históricos indican que fue una excepción, una especie de capricho de la naturaleza?
-La de Lanzarote fue la erupción histórica más larga de Canarias. Fue una barbaridad en lo que se refiere a una erupción volcánica estromboliana. Lo cierto es que nadie sabe lo que hay debajo. Es la teoría de las burbujas de magma que es como un gran champiñón alargado orientado hacia África, pero que está debajo de las islas occidentales, pero puede afectar a las orientales. Lo cierto es que no hemos sufrido nunca otra erupción tan destructiva como al que sufrió Lanzarote. Fue una catástrofe tremenda. Eso puede ser un capricho de la naturaleza. Lanzarote lleva más de doscientos años sin erupciones, pero eso no implica que no se pueda producir una porque estamos dentro de la anomalía del manto de Canarias.