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Javier Reyes ya es Hijo Predilecto de Haría

Este viernes se llevará a cabo el acto oficial de reconocimiento en el municipio norteño

 

  • Lancelot Digital
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    Javier Reyes ya es Hijo predilecto de Haría. Este jueves se celebraba el pleno en el Ayuntamiento norteño para distinguir al veterano fotógrafo con este título honorífico y será mañana viernes, 23 de junio, coincidiendo con la celebración del día de San Juan, cuando se realice el acto oficial.

     

     

    El alcalde de Haría, Alfredo Villalba, destacó su contribución en la conservación de la historia, la cultura y el patrimonio de Lanzarote y La Graciosa a través de sus instantáneas, así como su “influencia en la sociedad norteña durante décadas”, como algunos de los principales motivos de este reconocimiento.

     

    Asimismo, el alcalde señaló el orgullo que supone para Haría premiar nuevamente a Javier Reyes, que ya fue reconocido con el premio Haría 2005, quien a través de los más de 17.000 negativos que deja tras una carrera de casi ocho décadas, supo captar y retratar las costumbres y modos de vida de una sociedad rural caracterizada por la escasez y falta de recursos y acontecimientos que marcaron la historia del municipio de Haría y de las islas de Lanzarote y La Graciosa.

     

    La entrega de la distinción se celebrará este viernes, día 23 de junio, coincidiendo con las Fiestas patronales de San Juan Bautista, en la Plaza de Haría, a partir de las 21:00 horas.

     

    Javier Reyes Acuña nació en Haría en 1926 y su afición por la fotografía comenzó en 1943, cuando adquirió su primera cámara. Además de una dilatada carrera en la fotografía, tuvo un estudio bajo el nombre de ‘Fotos Reyes’, trabajó durante varias décadas como auxiliar administrativo en el Ayuntamiento, dirigió una librería y un local en el municipio, trabajó en la Caja Insular de Ahorros y es considerado cronista gráfico de Haría y de la isla de La Graciosa y los Islotes. Además, fue juez de paz y responsable de entidades, asociaciones y organizaciones del municipio.

     

    Javier Reyes no solo ha contado con el cariño y respeto de los vecinos y vecinas del municipio, sino también del propio Ayuntamiento de Haría, que ha publicado parte de su ingente archivo fotográfico en dos ocasiones, en ‘Haría-Lanzarote. Recuerdos’ y en ‘Dos Fotógrafos y una Vida’. En 2005, el Ayuntamiento entregó a Reyes el máximo galardón que otorga la Institución, el Premio Haría, por la destacada labor gráfica y el valor documental del trabajo realizado entre los años 1955 y 1972.

     

    Un fotógrafo ejemplar

     

    Tal y como se señala en la propia página del Cabildo de Lanzarote, entre los años cuarenta y setenta del siglo XX, Javier Reyes (Haría, 1926) alternó diversos oficios con el ejercicio profesional de la fotografía en los pequeños pueblos del norte de la isla de Lanzarote y en los islotes del Archipiélago Chinijo. Lejos de pretensiones artísticas y virtuosismos técnicos, Reyes partió de una comprometida concepción artesanal del oficio y de una innata capacidad visual para componer un archivo que hoy destaca por la veracidad y humanidad que desprenden sus fotografías.

     

     

    En su trabajo Javier Reyes radiografió los humildes modos de vida de una sociedad campesina y marinera que, tras siglos de quietud, estaba a punto de desaparecer con la llegada del turismo. Su colección no solo tiene el interés de retratar a amplios sectores de la población habitualmente ignorados por la fotografía oficial y artística de la época, sino que su punto de vista proviene del corazón mismo de ese mundo.

     

    Javier Reyes Acuña no solo trabajó en Lanzarote, sino que también fue el primer fotógrafo que empezó a acudir de forma regular a la pequeña isla de La Graciosa, que hasta entonces solo había vivido visitas puntuales de profesionales de la imagen. Como en Lanzarote, Reyes cubría retratos, bodas, bautizos y todo tipo de encargos, pero asimismo plasmó a sus habitantes durante sus arduas tareas domésticas, trabajando en la pesca, relacionándose en eventos religiosos y festividades…

     

    Junto a la actividad realizada en su modesto estudio, Javier Reyes también llevaba su cámara a reuniones y eventos sociales de todo tipo, fotografiando los ritos y momentos de ocio de la sociedad que lo rodeaba.

     

    Además, Reyes encontró una pequeña fuente de ingresos en los retratos que tomaba de amigos, familias o parejas durante las fiestas populares y bailes. Esta variante de su trabajo muestra un delicado universo de enamorados y parranderos, camareros y músicos, ansiosos pretendientes y madres vigilantes, niños entretenidos y solitarios noctámbulos…

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