El tiempo no acompañó a la Semana Santa lanzaroteña
A pesar de todo los turistas disfrutaron de las excelencias gastronómicas e incluso de la playa
- Lancelot Digital
No fue la mejor Semana Santa para el turista y para los lanzaroteños que pretendían disfrutar del sol, la playa y el mar. Los frentes asociados a la borrasca Nelson, que afectó a España, provocaron un ambiente inestable con viento, lluvias ocasionales y mala mar.
Así y todo, muchos turistas se pudieron bañar en las zonas más recogidas de la vertiente sur-este de la isla en algunos de los días desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección.
El viento racheado del suroeste obligó a los pilotos a utilizar toda su experiencia para poder tocar pista en el César Manrique sin tener que abortar las operaciones de aterrizaje, tal y como se ve en esta imagen obtenida en esta Semana Santa en Guacimeta.
Muchos turistas emplearon su tiempo a disfrutar de unas buenas comidas y del buen vino blanco- seco de malvasía en el centenar de terrazas y restaurantes de la isla, tanto en la costa como en el interior. También La Graciosa, una de las escapadas habituales de Semana Santa, se llenó de conejeros y canarios de otras islas.
Ya hoy lunes, como viene siendo tradición, nada más terminar los días de vacaciones de la Semana Santa, ha regresado el buen tiempo en Lanzarote con sol e intervalos nubosos, e incluso alguna mollizna de agua, con viento entre flojo y moderado.
Y hablando de agua se calculan picos de hasta 20 metros cuadrados, con una media de 10 litros por metro cuadrado, los caídos desde el pasado jueves hasta hoy lunes uno de abril. Chubascos intensos en ocasiones pero cortos en el tiempo que han ayudado a mantener la humedad en las fincas del campo lanzaroteño, viniendo muy bien esa agua buena para las plantaciones de secano, como las papas, los granos y la vid.
En cualquier caso, estas pueden ser una de las últimas lluvias de la temporada agrícola que va desde octubre de 2023 a mayo de 2024, con un régimen pluviométrico muy bajo, no superando los 60 litros de media por metro cuadrado, la mitad de un año normal.