El Plan Especial de La Geria sale por fin del cajón tras cuatro años de parálisis política

Después de permanecer olvidado durante toda la legislatura socialista, el documento inicia ahora su camino hacia la aprobación definitiva
- Lancelot Digital
Tras más de cuatro años guardado en un cajón por decisión del gobierno de Dolores Corujo, el Plan Especial de La Geria da por fin un paso decisivo hacia su aprobación. El documento, clave para garantizar el futuro del paisaje vitivinícola más singular de Lanzarote, será remitido el próximo 18 de octubre al Órgano Ambiental Insular, primer trámite técnico necesario para desbloquear un proyecto que lleva más de quince años esperando ver la luz.
La nueva administración del Cabildo, presidida por el nacionalista Oswaldo Betancort, ha dado instrucciones claras a su consejero de Política Territorial, Jesús Machín, para acelerar el proceso y lograr que el plan quede aprobado dentro del actual mandato de CC-PP. El objetivo: dotar de seguridad jurídica a propietarios, bodegueros y viticultores, y asegurar un marco legal que permita conservar y revitalizar el ecosistema único de La Geria.
Fuentes cercanas al área de Política Territorial celebran este avance como "una excelente noticia para el campo y el sector vitivinícola", ya que el plan ordenará un espacio donde las bodegas no solo elaboran vino, sino que sostienen con su actividad el paisaje tradicional de hoyos y zocos de piedra que caracteriza a esta comarca.
El calendario previsto por el Cabildo pasa por aprobar inicialmente el documento a comienzos de 2026 y lograr su aprobación definitiva antes de mayo de 2027. Sería el cierre de un proceso que se arrastra desde hace década y media, lastrado por retrasos administrativos, desinterés político y, sobre todo, por la inacción del anterior gobierno insular.
Durante el mandato de Dolores Corujo, el plan no avanzó ni un solo paso. Ni siquiera se sometió a tramitación ambiental. Diversas voces del sector vitivinícola han denunciado que el documento fue "enterrado" deliberadamente por "intereses inconfesables" vinculados a alguna bodega concreta, sin que la expresidenta ofreciera jamás una explicación convincente.
Mientras tanto, los sucesivos presidentes del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Lanzarote insistían en la necesidad urgente de contar con un marco de ordenación que garantizara el futuro del sector. Y es que, sin bodegas activas y competitivas, difícilmente se podrá preservar el paisaje que ha convertido a La Geria en un símbolo de la identidad insular.
La decisión de desbloquear ahora el plan no solo representa un avance administrativo: es también un acto de reparación política tras años de abandono. Lanzarote no puede permitirse más tiempo perdido en la defensa de uno de sus paisajes más emblemáticos.