Desdoblar carreteras, otra urgencia para evitar el colapso y muertes
En la isla circulan más de 140.000 vehículos y seguimos prácticamente con las mismas vías que hace 20 años
Mientras la población de Lanzarote ha aumentado en un 33% en las últimas dos décadas, pasando de 123.000 personas en 2005 a 163.000 personas en la actualidad, cifra a la que hay que sumar una población flotante de 60.000 turistas, sus carreteras siguen siendo prácticamente las mismas que hace 20 años. No hay más que mirar las cifras: el número de conductores ha aumentado en un 45% en esas dos décadas, pasando de los 96.000 de 2005 a los 140.000 vehículos que circulan por la isla en la actualidad. En sólo una década, del 2015 al 2025, el crecimiento fue del 25%, y fue justo hace diez años la última vez que se desdobló una carretera en Lanzarote, la circunvalación Costa Teguise-El Cable y la anterior, en 1989, en la vía Arrecife-Tías. Son muchos los años de retraso que se arrastran con la LZ 40, Indelasa-El Toro o en la LZ 2, Yaiza-Playa Blanca. Se trata de inversiones necesarias para agilizar la circulación y reducir el número de accidentes y de vías que tenían que estar desdobladas hace una década. La falta de eficacia de los políticos, la burocracia administrativa y la imposición de cierto adoctrinamiento ideológico de la izquierda, de qué cuantas menos vías mejor, ha llevado a la actual situación de colapso de las principales vías, provocando que conducir en Lanzarote sea cada vez más peligroso.
Indelasa-El Toro, deuda pendiente
Lo cierto es que la necesidad de desdoblar, al menos, esas dos carreteras es urgente. Todo apunta a que, en esta legislatura, sólo podrá acometerse con suerte el desdoblarse la LZ 40, desde Indelasa a El Toro, ya que ya están realizadas las expropiaciones y el proyecto se encuentra en el órgano ambiental, pero estamos hablando de una obra que debía estar finalizada hace ya diez años. Tras sucesivos retrasos, debería haber salido a licitación en el pasado mandato socialista, algo que no ocurrió. La obra fue tramitada por la vía ordinaria, en lugar de por la urgente, que hubiera sido lo lógico dada la demora que llevaba. La vía rápida elimina la necesidad del informe de Medioambiente, algo que no parece preciso cuando se habla de una carretera que no genera ningún impacto y no ocupa ninguna zona de protección, ni un paraje natural.
El nuevo gobierno trata de solventar lo antes posible el informe ambiental, pero los cálculos más optimistas plantean mayo como fecha más temprana, a partir de lo cual se podría sacar a licitación la obra antes de final de año y empezar a ejecutar a principios de 2026. Se trata de una de las carreteras que están en top 10 de las carreteras más peligrosas de Canarias por la gran cantidad de tráfico que acumula.
Yaiza-Playa Blanca, nuevos retrasos
Otra de las carreteras cuyo desdoblamiento llevan solicitando, tanto el Cabildo como el Ayuntamiento de Yaiza, es la LZ 2, entre Yaiza y Playa Blanca. Se trata de una vía de interés general que, con el aumento poblacional de Playa Blanca y el puerto de esta localidad, se hace aún más necesaria.
En este caso, la solución no es compleja, pero aún no se ha avanzado nada. Los promotores turísticos piden que en esta legislatura al menos, se saque de urgencia la redacción del proyecto. Una de las alternativas más sencillas planteadas es el aprovechamiento de la antigua carretera, convertida en una fracasada vía ciclista, reasfaltándola y adaptándola, con las necesarias ampliaciones y añadidos, para hacer una vía de ida y una de vuelta. De esta manera, no se consumiría nuevo territorio y se ahorraría mucho dinero. Más adelante, sería preciso llevar a cabo una segunda fase de esta misma vía, desde Yaiza a Uga, aunque esa obra todavía puede esperar.
La polémica con la LZ-5
Otra vía pendiente es la polémica LZ-5 desde el Hospital General Dr. José Molina Orosa hasta el aeropuerto César Manrique, vía que ha suscitado críticas contundentes del ámbito ecologista que aboga por el soterramiento para evitar consumir más territorio con la circunvalación. El PSOE optó por la redacción de un proyecto, por 1,5 millones de euros, que planteaba un recorrido de 8 kilómetros que atravesaba suelo rústico de protección natural, más de 345.800 metros cuadrados, circunvalando por un lado la zona industrial y comercial de Playa Honda y la zona oeste de Argana Alta. Ese proyecto contemplaba dos carriles por sentido. El Cabildo de Lanzarote, no obstante, ha descartado este proyecto, y mantiene su apuesta por el soterramiento para evitar el consumo de más territorio.
En definitiva, demasiadas cuentas pendientes, en una isla en la que el tráfico cada vez es mayor y exige el lógico desdoblamiento de sus principales carreteras para reducir el número de accidentes, tal y como ha hecho Fuerteventura, que nos ha adelantado en inversiones en infraestructuras por la izquierda y por la derecha.
