Saborea Lanzarote, ¿en peligro?
La suspensión a última hora del Rally Isla de Lanzarote y el posterior lío con la consejera no Electa de Podemos no ha sido algo de lo que la presidenta del Cabildo se pueda sentir orgullosa. Si a eso le añadimos la incertidumbre generada en torno a la celebración o no en noviembre del Festival Saborea Lanzarote en Teguise, se puede aventurar que las cosas no progresan adecuadamente en el Cabildo. Es lógico, por tanto, que a una parte del sector turístico y a buena parte de la ciudadanía, esta situación les haya originado preocupación. Se trata de dos eventos que van en la línea de la llamada ofertas complementarias que mejoran y diversifican las opciones al alcance de los turistas que nos visitan.
Lo ocurrido con el rally no se puede repetir. No se puede tener en vilo a toda una organización y a una afición ante la celebración, o no celebración, de una prueba programada para suspenderla justo un día antes por problemas de entendimiento dentro del pacto de gobierno PSOE-Podemos. No se trata solo de los costes económicos, que han sido cuantiosos, se trata de la imagen de la isla y del prestigio organizativo del que siempre ha presumido Lanzarote y el Cabildo en general.
En cualquier caso, es de justicia reconocer que la presidenta del Cabildo, a sabiendas de que las cosas no se hicieron bien, ha cogido el toro por los cuernos y se ha involucrado al máximo para tratar de que Lanzarote saliera lo menos dañada posible de todo el entuerto creado. También es verdad que era lo mínimo exigible ante la situación generada.
Tampoco ha gustado nada al sector turístico y a la ciudadanía, en particular, la ambigüedad exhibida en torno a si se podrá celebrar el Festival Saborea Lanzarote Teguise en el mes de noviembre, tal y como se ha venido haciendo en las últimas 9 ediciones. No se puede desperdiciar todo el valor añadido que ese festival, que es mucho más que una feria gastronómica al uso, aporta a Lanzarote tanto en imagen de modernidad como de calidad de nuestros productos de cercanía y tradicionales. Un apoyo al sector primario e indirectamente al Turismo. Saborea Lanzarote se ha convertido en una marca que se puede pasear por todo el mundo con la cabeza bien alta. Y para ello se ha realizado un gran esfuerzo económico durante varios años, justo con el objetivo de recoger sus frutos ahora.
Esperemos que la presidenta del Cabildo no caiga en el error de minusvalorarlo o no darle el cariño suficiente porque fue una iniciativa nacida en la época de CC. Cómo bien dijo Dolores Corujo en el último pleno del mes de mayo, Saborea Lanzarote no es de nadie y es de todos. De ahí, que sería deseable que no sólo lo dijera, sino que lo defendiera.