Recuperar el Plan Insular de Lanzarote
Los primeros pasos del grupo de gobierno del Cabildo de Oswaldo Betancort, en materia de ordenación del territorio, asignatura pendiente desde hace más de una década en Lanzarote, invita al optimismo. El anuncio realizado por el consejero de Política Territorial, Jesús Machín Tavío, en Café de Periodistas, de recuperar el Plan Insular de Lanzarote, prácticamente terminado, a falta de adaptarse a la nueva Ley del Suelo de Canarias, es una noticia esperanzadora porque adelanta los tortuosos tiempos de aprobación. Recuperar el Plan Insular que culminó su borrador en la época de San Ginés y del socialista Marcos Bergaz y que desgraciadamente la anterior presidenta del Cabildo, Dolores Corujo, primero metió en una gaveta y luego tiró a la basura groseramente, es una buena noticia. Lanzarote no puede seguir con el viejo Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) del año 91, treinta dos años después de su aprobación, cuando nada tiene que ver la isla de los años 80 (momento que se redactó) con la del año 2023.
El PSOE de Dolores Corujo, condicionado posiblemente por la Fundación César Manrique, se equivocó en sus estrategia paralizante en su política territorial, creyendo que mejor que un nuevo Plan Insular era mantener el viejo sine die, por aquello de cuanto peor, mejor. Por eso, no sólo en sus cuatro años de gobierno no se avanzó en la redacción del nuevo Plan sino que por el contrario todos los pasos que se dieron fueron para atrás, o como vulgarmente se dice se caminó como los cangrejos. Ahora el nuevo grupo de CC y PP van a desempolvar el borrador redactado (bastante consensuado entre los agentes sociales) y posiblemente se recupere también a su autor, el arquitecto y urbanista José María Ezquiaga, que es la persona que mejor lo conoce. En eso están y hay que hacerlo sin miedos y sin complejos si se cree que es lo mejor para Lanzarote. El Psoe seguirá poniendo piedras y trampas aunque moralmente tras la inacción en materia territorial lo mejor es que se mantenga al margen si no quieren caer en el ridículo. Tampoco Oswaldo y su equipo deben obsesionarse en buscar amplios consensos envenenados que sólo pretenden dilatar en el tiempo y convertir en inútil el esfuerzo.
También nos gustó el tono empleado por Jesús Machín (junior) en relación a sacar el tan demandado Plan Especial de La Geria, documento que también la ex-presidente del Cabildo, mantuvo encerrado en una gaveta a cal y canto desoyendo la demanda de bodegueros y agricultores que lo necesitaban para regularizar y mejorar las instalaciones estructurantes necesarias para mantener el paisaje protegido. La idea del nuevo equipo del Cabildo es que en este mandato puedan aprobarlo de manera definitiva. Otro tema territorial importante para el futuro de Lanzarote es la instalación de parques eólicos y parques fotovoltaicos necesarios para colaborar en el compromiso europeo de descarbonizar el mundo. En Canarias se hará a través de la aprobación del Plan de Transición Energética (PTECAN) ahora en exposición pública y redactado en la época del socialista Ángel Víctor Torres con toda la buena intención del mundo pero que a la postre no resulta efectivo para islas como Lanzarote o Fuerteventura al permitirse su instalación casi en cualquier parte, fuera de los espacios protegidos. Hace bien el consejero de Política Territorial de Lanzarote en seguir la línea continuista de Dolores Corujo en la parte de oponerse a ese documento, pero no debe caer en la trampa de que esas alegaciones sirvan para demorar la implantación de esas energías limpias. Canarias va con retraso en sus compromisos de descarbonización y Lanzarote peor. En los últimos 4 años no logró meter en la red eléctrica prácticamente ni un nuevo megawatio de nuevos parques eólicos o fotovoltaicos.
Nos gusta que el equipo de Oswaldo vaya por ese camino en el ordenamiento de Lanzarote, pero advertimos que cuatro años se van volando.
