Otro Fitur de la recuperación
Contentos y esperanzados, así han regresado los profesionales del sector y los dirigentes políticos del recién finalizado FITUR 2022, una edición que ha vuelto a ser la de la recuperación.
En efecto, ya FITUR 2021, que se celebró en primavera por la pandemia en lugar de en enero como es tradicional, dejó, dentro de lo que cabe, un buen sabor de boca y dio motivos a los profesionales para ser optimistas. Posteriormente, esas buenas sensaciones no acabaron de plasmarse al cien por cien, ya que, a pesar de que septiembre, octubre y noviembre fueron buenos meses para el turismo, diciembre y la nueva variante Ómicron, dieron al traste con las previsiones más optimistas para la temporada de invierno.
Lo cierto es que el invierno de 2022 está ya prácticamente perdido, pero todo apunta a que 2022 será realmente, esta vez sí, el año de la recuperación. Al menos, eso es lo que anuncian las reservas realizadas y las previsiones que se han estimado en Fitur, parece que después de un par de meses flojos, marzo y abril serán bueno, y también el verano y el próximo invierno, pero claro… todas estas previsiones tienen luego que plasmarse en realidades porque el papel lo aguanta todo, pero la realidad, muchas veces, estropea los mejores planes.
Una nueva variante o el aumento de los casos y las restricciones en los países emisores, podrían volver a aguarnos la fiesta. Un aspecto positivo es que la Organización Mundial de la Salud ya está hablando de dar por finalizada la pandemia en primavera. Eso sí sería una muy buena noticia, si el covid pasa a ser considerado como una especie de gripe, y los gobiernos no consideran preciso parar la economía para frenar su avance, entonces sí comenzaríamos a ver brotes verdes en nuestro camino. De momento, todo son buenas sensaciones y mucha esperanza en una normalización del turismo en Lanzarote. Crucemos los dedos.
Ahora lo importante es seguir poniendo la isla a punto y afrontar los grandes retos en infraestructuras. Renovar y mejorar el ciclo del agua, sobre todo las aguas depuradas, la mejora y ampliación de las vías insulares y locales, una campaña de embellecimiento de la isla en general, empezando por el palmeral afectado por el picudín y seguir con las mejoras en sanidad. Ya llegamos tarde, pero más vale tarde que nunca.