¡No todo vale!
El indeseado y doloroso final de Timple ha conmocionado a la sociedad. El perro falleció, los culpables respondieron ante la Justicia y ésta les condenó. Punto. ¿Son insuficientes los cuatro meses de cárcel que dictaba la sentencia? Entendemos que esta respuesta tendrá un carácter demasiado amplio y subjetivo como para analizar en este escrito.
Lo que sí podemos denunciar y criticar es todo lo que se generó posteriormente a través de las redes sociales. El plebiscito popular creado en torno a la figura del pobre animal se ha convertido en un juicio paralelo en el cual se ha perdido el sentido común.
Todos lamentamos este desagradable acontecimiento. Sin embargo, la versión más radical de la esfera animalista, que ha sido la que se ha pronunciado más contundentemente, está haciendo un flaco favor a la causa que defienden. Cuando miles de personas, acosan, persiguen, amenazan de muerte e insultan pierden toda razón. Sea a quien sea; independientemente de los hechos ocurridos. Si nos dejamos arrastrar por nuestros impulsos más primitivos acabaremos retrocediendo al estilo de vida selvático y por suerte, en nuestro país, hace cuatro décadas que fijamos las normas del juego.
¿Existen mecanismos democráticos para endurecer las penas? Sí. ¿Existe derecho para reunirse o manifestarse en nuestro país? Sí. ¿Hay libertad de expresión que te permita posicionarte en contra de los condenados? Sí. ¿Podemos insultar y amenazar de muerte amparados por el anonimato de las redes sociales? No. ¿Debemos ir a casa de un imputado a amedrentarle cuando consideremos que la pena es insuficiente? Por supuesto que no.
Es importante que sepamos hasta dónde podemos llegar y aprovechar todas las ventajas que nos confiere vivir en un país libre y democrático. No todos tienen la misma suerte.
P.D.:La artista lanzaroteña, Begoña Izarra, ha plasmado en una viñeta la situación vivida en torno a Timple.
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