Ni populismo, ni demagogia con el agua
Se puede entender que el PSOE, desde la oposición, trate de dañar la imagen del grupo de gobierno del Cabildo, especialmente la de su presidente, Oswaldo Betancort, que ganó a la que pensaban imbatible, Dolores Corujo. Sin embargo, un consejo gratis, deben disimular ese enfado que las urnas les produjo. Cuanto antes mejor.
La última nota que han sacado asustando a la población y culpando al presidente de que en un futuro próximo se suba la tarifa del agua en Lanzarote es inexacta y claramente populista.
En primer lugar, habría que empezar por recordar a los socialistas que deberían ser muy cautos cuando se habla de temas de agua en la isla, ya que fueron parte del problema que llevó a la quiebra a Inalsa, en la época en que gobernaban Manuela de Armas y aún todo poderoso Carlos Espino. A De Armas no le quedó más remedio ( y por responsabilidad política) que llevar a Inalsa a un proceso de concurso de acreedores debido a la ruina en que se encontraba la empresa por años de mala de gestión del PSOE y el PIL, que fueron en varias ocasiones extraños compañeros de cama en el Cabildo.
En segundo lugar, tampoco podemos olvidar que al sacar a concurso el proceso del agua para adjudicárselo a una empresa externa (en este caso ganó Canal Gestión) no sólo sirvió para solventar una situación de emergencia, claramente angustiosa, sino que además se consiguieron inversiones impensables. Esas inversiones han sido las que han ido más o menos parcheando el mal estado en que se encuentran las infraestructuras responsables del proceso de producción y distribución que el paso de los años y la falta de inversión ha ido deteriorando. La pregunta que hay que hacerse es a la inversa: ¿qué hubiera ocurrido si hubiera seguido Inalsa gestionando el ciclo integral del agua de Lanzarote, una empresa que no tenía ni para pagar tachas y a la que ya nadie le fiaba?
Por si esto fuera poco, gracias a esta operación, en la que salió vencedora Canal Gestión, muchos dirigentes socialistas sortearon el embargo de sus bienes que se hubiera llevado a cabo si no se hubieran pagado las deudas. También de otras formaciones se "salvaron" como las del PIL y CC que fueron miembros de los distintos Consejo de Administración de Inalsa.
Pero lo peor de todo es que los socialistas saben que la tarifa del agua tendría que haber subido ya en 2017, según ese mismo contrato firmado con la entidad. Estipulaba dicho contrato la subida del 1% más el IPC, pero CC de San Gines evitó la subida al estar en desacuerdo en algunas de las pretensiones de Canal Gestión.
Entre 2019 y 2023, el gobierno de Dolores Corujo ni siquiera se opuso. Simplemente no negoció nada con Canal Gestión por sus particulares filias y fobias con esta empresa. Esa conducta nos conduce al momento actual, y a que Oswaldo Betancort y el Consorcio del Agua, obligados por una sentencia de los tribunales, hayan tenido que llevar la propuesta de actualización de Canal Gestión a la Comisión de Precios de la Provincia.
Hemos tenido la suerte de que la comisión ya haya fallado que en los años del 2017 a 2019 no estaba justificada la subida, es decir nos hemos ahorrado unos siete millones de euros. Ahora conoceremos la decisión de la Junta en torno a los años que quedan. Canal Gestión asegura que el Consorcio del Agua le debe unos 20 millones de euros. Habrá que ver qué pasa finalmente, pero lo inevitable será que las tarifas acaben subiendo, ya que en España ha subido todo, y el agua no es una excepción. Lo que resulta oportunista es que, sabiendo que esta subida es inevitable y obligada por Ley, se trate de hacer demagogia. El truco del PSOE no sólo tiene trampa sino que se le han visto las costuras.
El problema del ciclo integral del agua es tan grave que lo mejor es que se pusieran todos los partidos políticos a echar una mano y no a meter más porquería para evitar que, un día de estos, tengamos que cortar el grifo.