Los modernos fariseos
El caso Mediador, en el que se han visto implicados dos cargos del PSOE en lo más alto de la trama (Juan Bernardo Fuentes, diputado del PSOE por Fuerteventura y considerado en la investigación como vértice superior de la trama criminal y Taishet Fuentes, sobrino del anterior y hasta el año pasado director general de Ganadería en el Gobierno de Canarias), Francisco Espinosa Navas, general de la Guardia Civil ya retirado y Antonio Navarro Tacoronte, enlace entre empresarios y políticos, que ha sido quien ha dado nombre al caso Mediador, ha vuelto a poner sobre la mesa una trama de corrupción en Canarias.
Los implicados están acusados de participar en una trama de extorsiones y mordidas a empresarios del sector ganadero. La tesis es que, hasta siete empresarios, tanto de las islas como la península, podrían haber pagado sobornos y realizado regalos a cambio de un despliegue de influencias que les abrirían mercado.
A este nuevo caso, se suma el ya conocido caso Mascarillas, el pago por adelantado y sin necesidad de contrato de cuatro millones de euros a una empresa, que nunca antes había realizado gestiones comerciales con el sector sanitario, por una partida de mascarillas que jamás llegó. Lo cierto es que las cosas se le están poniendo feas al PSOE, aunque aún no se sabe el alcance de la trama que parece que está limitada al grupo de personas implicadas en cada uno de los casos.
El hecho de que esta nueva operación haya saltado justo antes de las elecciones la hace aún más incómoda para los socialistas que, generalmente, y en especial en la isla de Lanzarote, se han erigido históricamente en acusadores de las tramas de corrupción y quienes las ventilaban convenientemente en sus medios cercanos. No se han rasgado las vestiduras como han hecho en otros casos y más bien callan o restan importancia a lo acaecido.
Habría que preguntar ahora a los altos cargos socialistas por este Caso Mediador en el que no ha faltado la cocaína, las prostitutas, los sobornos, las cenas opulentas, los reservados… ¿Qué estaría ahora diciendo el PSOE si hubiera ocurrido en otro partido que no fuera el suyo? Porque de lo suyo, decir no han dicho nada. Se han limitado a quitarse de en medio a estas dos personas y han considerado que con haberlos expulsado cautelarmente de la militancia del partido quedan exonerados. Pero no, son casos de posible corrupción que se cometieron en gobiernos socialistas y tendrán que ser juzgados.
Esto demuestra que la corrupción, al contrario de lo que ellos se empeñan en mantener, afecta a todos los partidos. Hay sinvergüenzas en todas las formaciones políticas, no son exclusivos de un único partido.
Hablamos de los modernos fariseos que defienden la moralidad y la Ley de cara a la galería, pero, de puertas para adentro, no siempre cumplen lo que predican. Esperemos que a Ángel Víctor Torres la realidad no le destroce una imagen cuidadosamente labrada.