Entierran el Plan y nadie se pone colorado
Casi con aparente alegría anunció el grupo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote el “entierro” definitivo del nuevo Plan Insular de Ordenación de Lanzarote, que arduamente y no sin dificultades, redactó durante 15 años el equipo multidisciplinar de Ezquiaga. Solo faltaron trompetas y trombones para acompañar al cortejo fúnebre. Lo cierto es que se tira un enorme trabajo sin que nadie haya hecho un mínimo de autocrítica de lo que a todas luces es un grandioso fracaso político de los dos principales partidos políticos de la isla: PSOE y CC, sobre todo el primero que nunca quiso aprobarlo en la época de San Ginés como presidente.
Lo realmente llamativo es que nadie quiere asumir la responsabilidad del sonado fracaso y más parece transmitir el Cabildo que ha sido fruto del azar, que no de la manifiesta irresponsabilidad política, el hecho de que en estos días el Pleno del Cabildo de Lanzarote que preside con mano de hierro Dolores Corujo, diera por finiquitado oficialmente el borrador del nuevo Plan de Ezquiaga, eso sí, anunciando con cierto alivio que se va a encargar a otro equipo redactor otro nuevo documento. Aquí paz y en el cielo, gloria.
La presidenta del Cabildo se excusa en que el documento enterrado estaba ya muerto porque no estaba adaptado a la Ley de Suelo de Canarias, además de caducado el contrato del equipo de Ezquiaga. Eso sí, nada dice de qué es lo que ha hecho ella, y su amplio equipo de bien remunerados asesores y consejeros del Cabildo, durante estos tres preciosos años.
La realidad es que se han desperdiciado 15 años de trabajo, se han tirado más de 700 mil euros a la basura, cobra viveza el desfasado PIOT del 91, se deja en la indefensión a agricultores y ganaderos (una parte de ellos expedientados), se complica la modernización de las infraestructuras insulares, tanto de carreteras, como hidráulicas , educativas o sanitarias, y la inseguridad jurídica, lo peor para el desarrollo armónico y real de una tierra, vuelve a imponerse.
Si no fuera porque los daños que se provocarán a la isla con la falta de un plan nuevo son incalculables, podríamos decir que el PSOE ha convertido en el enterrador oficial de los planes del territorio. Antes que el nuevo Plan Insular ya había enterrado y tirado a la basura por intereses simplemente espurios el Plan de Arrecife de Isabel Deniz, decisión que hoy está pagando muy cara la ciudad, ya que todavía no ha logrado aprobar uno nuevo, también por los obstáculos que pone la administración socialista, según denuncia la alcaldesa de Arrecife.
Y mientras el PSOE de Dolores Corujo desanda lo andado en materia urbanística y territorial enterrando el documento de Ezquiaga y no facilitando la aprobación del Plan Supletorio de Arrecife, comprobamos una errática gestión en estos tres años de presidenta en la ejecución de obras de carreteras de competencia exclusiva del Cabildo, dado que salvo Nazaret – l Complejo y Mozaga- El Mojón no se ha realizado ninguna otra vía de importancia. Nada digamos del Gobierno de Canarias donde sólo habrán invertido 2 o 3 millones de euros en arreglar los muros de piedra de la circunvalación y la famosa rotonda de Mácher. Nada en materia de vivienda, nada del centro de mayores de Tahíche, nada del Hospital Insular y nada que echarse en la boca en materia educativa. De hecho, ahí siguen los barracones de Costa Teguise. Sólo puede presumir el PSOE del famoso hospitalito construido por emergencias por la Covid sin todavía terminar, con un retraso que va ya para cinco meses. Poco, muy poco, para tanto tiempo, pero aquí nadie se pone colorado.