En Lanzarote nunca vemos las inversiones prometidas
Al llegar al último trimestre del año hemos sabido, aunque tampoco es que sea nada nuevo, que el Estado en Canarias sólo ha invertido hasta el momento un 22% del total de las inversiones que se habían previsto para las islas en 2022. Un 22%, no es ni siquiera la cuarta parte de estas inversiones, y, aunque es cierto que se prevé que este año, por ser prelectoral, se haga un esfuerzo especial en estos meses que quedan, lo cierto es que, en un año normal, como fue 2021, fue eso exactamente lo que se invirtió de los presupuestado por el Estado: un 22%, nada más.
Esto viene a demostrar que los políticos, para quedar bien de cara a la galería, se empeñan en pintar obras y más obras, inversiones y más inversiones, a sabiendas de que no se van a llegar a hacer realidad ni una cuarta parte de ellas.
En otros lugares, como Navarra o Madrid, el nivel de lo invertido se eleva hasta más allá del 50 o el 40 %, pero en Canarias no suele ser lo normal. De hecho, suele ser una de las comunidades en las que el Estado menos invierte, tal y como lo reflejan las cifras finales, aunque sea una de las promesas que más se escucha.
Tres cuartas partes de lo mismo le ocurre a Lanzarote con el Gobierno de Canarias. Lo pintado para este año superaba los 90 millones de euros, lo realizado hasta el momento no llega al 30 por ciento, tal y como denuncian los partidos de la oposición. Estos iban ser los mejores presupuestos de la historia de Lanzarote, pero la realidad, como siempre, acaba contando otra historia que no tiene nada que ver con lo prometido.
De hecho, si de algo nos hemos dado cuenta en esta legislatura es de que lo que se quiere, y se puede, para otras islas, ni se quiere, ni se puede para Lanzarote. En la isla se pedía un soterramiento en Playa Honda, por motivos medioambientales, pero el proyecto resultaba muy caro para el Gobierno de Canarias, que sí aprobó soterramientos en El Hierro, en Tenerife y en Gran Canaria (que exigían una inversión mucho mayor), pero no para Lanzarote. Para la isla de los volcanes se aprobó un parche, y el Gobierno de Dolores Corujo lo asumió y agradeció a Torres la ‘propina’.
En Lanzarote nunca se invierte lo que se promete, ni lo que se necesita. Y el gobierno socialista no ha sido una excepción a esta tónica. Mientras tanto, las infraestructuras obsoletas de comunicaciones, sanitarias, educativas y de toda índole, siguen esperando mejoras. Los lanzaroteños siguen esperando progresos… A ver qué nos prometen en los próximos meses para conseguir el voto. Aunque lo cierto es que los políticos se han ganado a pulso que ya nadie en Lanzarote se crea sus promesas electorales.
