En busca de una solución en las urnas
Cansancio, hartazgo y preocupación, así podría definirse el estado de ánimo de los electores a la hora de acudir a las urnas el próximo 26 de junio y, sin embargo, predomina en ellos la necesidad de conseguir un gobierno que de estabilidad. Ya no se trata de demostrar el rechazo a la política que se ha venido ejerciendo hasta ahora, no se trata de castigar a los de siempre para demostrarles que no todo vale. Eso ya se hizo hace cinco meses, ahora es necesario obtener un resultado suficiente para que el país pueda seguir funcionando y para conseguirlo es preciso que el resultado electoral sea diferente del obtenido el pasado 20 de diciembre. Las próximas elecciones vienen marcadas, además de por la austeridad, por la búsqueda del voto útil. Si en los últimos comicios la diferencia de votos entre Podemos, PP, PSOE e incluso CC, fue apenas de 1.000 sufragios al Congreso y 300 al Senado, es previsible que las cosas den un vuelco. Y para conseguirlo, en Lanzarote, salvo el PSOE que mantiene sus candidatos al Congreso y al Senado, todos los demás partidos han hecho cambios. La llamada “casta” para luchar con todas sus armas por recuperar los votos perdidos y los partidos emergentes para no perder el margen ganado e, incluso, incrementarlo. Coalición Canaria, a pesar de la aparente peor posición de partida, lo dará todo en la batalla dialéctica que está a punto de comenzar, usando la baza de la lejanía de Canarias del Estado y de la importancia que tiene que en el Congreso tengamos una voz propia que luche por lo nuestro. Así las cosas, todo apunta a que tampoco esta vez se darán mayorías suficientes como para que ningún partido gobierne en solitario y será necesario llegar a pactos de gobierno para no seguir enredados en este ‘día de la marmota’ interminable en que se están convirtiendo las elecciones nacionales. A pesar del hastío, los lanzaroteños acudirán a las urnas para recuperar una cierta normalidad y estabilidad en la vida pública. Esperemos que esta vez sirva para algo.
