¿Dónde está el albergue insular?
Tras la pandemia sufrida en 2020, en Lanzarote, salieron a la luz diversas carencias, pero una de ellas especialmente dolorosa. La isla no tenía un albergue institucional y decenas de personas se encontraban en la calle en unas circunstancias ciertamente adversas.
En aquel entonces todos nos llevamos las manos a la cabeza y, desde Lancelot Medios, en concreto exigimos que las autoridades insulares se pusieran a trabajar en este asunto. Lanzarote necesitaba entonces un albergue social, un lugar donde las personas que no tienen hogar fueran atendidas y pudieran pasar la noche, evitando cualquier posible peligro. Insistimos en la cuestión y casi parecía que se nos escuchó con éxito, de hecho se llegó a decir que a principios de 2021 estaría operativo, pero lo cierto es que la isla sigue sin albergue en 2023. Durante toda una legislatura completa se ignoró este problema y ahora que estrenamos grupo de gobierno toca hacer una llamada de atención: Lanzarote sigue necesitando un albergue y de manera urgente.
La pobreza generada tras la pandemia, a pesar de la paulatina recuperación, el incremento incesante de la inflación y los altos precios de la vivienda, al margen de otros muchos motivos, siguen manteniendo a muchas personas en la calle. No nos podemos llevar las manos a la cabeza cuando las desgracias ya han sucedido porque, entonces, ya no sirve de nada.
Precisamente esto es lo que ha pasado con el trágico accidente producido en La Rocar, la vieja conservera capitalina en la que habitan y pernoctan numerosos sintecho. El derrumbe de un muro de grandes dimensiones sepultó y mató a una persona, pero la tragedia podría haber sido peor. Podrían haber muerto varios indigentes, ya que las condiciones del lugar no son las adecuadas. Y esto es algo que en ningún caso se hubiera producido si la isla contara con el anhelado y tantas veces solicitado albergue insular.
No es un capricho, es una obligación de nuestras instituciones el velar por todos sus ciudadanos, y no es de recibo que estas personas pasen las olas de frío y de calor tiradas en la calle. Sufren la calima, la lluvia, el viento huracanado y otras muchas inclemencias sin resguardo, ni abrigo.
Insistimos Lanzarote necesita un albergue. Y lo necesita ya. No podemos seguir mirando para otro lado porque una sociedad avanzada no permite que ocurran estas cosas en pleno siglo XXI.