Alexis, el alcalde y el vecino
La noticia de que el alcalde de San Bartolomé, el socialista Alexis Tejera, ha sido diagnosticado con la enfermedad degenerativa ELA (esclerosis lateral amiotrófica), cogió por sorpresa a todo el mundo en esta isla. Más todavía sorprendió la valentía de que la diera a conocer el propio Tejera, primero a los responsables de los medios de comunicación en una reunión privada en la Bodeguita La Florida, y posteriormente a todos los vecinos del municipio en una emotiva carta.
Ni en los momentos más difíciles y duros, que posiblemente esté padeciendo ahora, de su vida perdió la compostura y ese talante que lo ha convertido en el líder natural, y posiblemente el más querido del nuevo Psoe, que quería encarnar. Un socialismo abierto, no radical, poco frentista, más proclive a los grandes acuerdos que a los grandes enfrentamientos. Siempre tiene presente que los políticos vienen a resolver problemas, no a crearlos. Y que no hay que convertir el espacio público en un estercolero y menos aún utilizar el ventilador para esparcir las porquerías contra el enemigo. Alexis Tejera ha conseguido lo que pocos líderes consiguen: que hablen bien de él hasta los mismos contrincantes y, sobre todo, que le hayan votado muchas personas en las urnas que no son socialistas, ni apoyan a los socialistas, pero sí lo apoyan a él. En las últimas elecciones ganó con mayoría absoluta obteniendo mejores resultados que la propia madrina política, Dolores Corujo, actual secretaria general y presidenta del Cabildo.
Más que la autoridad se ha ganado la ‘autoritas’ de su gente. No tiene que gritar para que le obedezcan, ni amenazar para que sepan quién manda. Ni adular para que le quieran. Ni comprar para torcer voluntades. La ‘autoritas’ se tiene o no se tiene, pero sobre todo se gana.
Sin duda, muchas personas que lo quieren o simplemente lo conocen se han quedado en shock cuando se han enterado de la noticia de la enfermedad que padecía y que, estoicamente, ha aguantado desde hace más de un año. Tejera está concienciado de la gravedad de la misma, pero ha decidido seguir al frente mientras se vea con fuerzas, que esperamos que sean muchos años. Sólo basta decir que San Bartolomé puede estar tranquila. Tiene un alcalde y un gran equipo que él ha formado. Hay vestuario porque la mayoría de los miembros del grupo de gobierno son amigos o actúan como amigos. Hay respeto a los galones, pero sin que haya que mostrarlos. Desde Lancelot, y con la modesta y humilde autoridad de representar a muchos lanzaroteños, sólo queremos desearles ánimo, muchas fuerzas y sobre todo toda la fuerza del mundo. Se la merece.