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Esther Peces: "Me ha dicho que los ‘stickers’ del Museo del Prado les han servido para conocer nuevos cuadros”

  • Lancelot Digital
  • Noé Ramón
  •  

    Transmitir gratitud a través del móvil usando un sticker con el dibujo de la icónica figura del Greco con la mano en el pecho o rabia por medio del cuadro de Goya, Saturno devorando a sus hijos es una novedosa iniciativa del Museo del Prado que ha plasmado en realidad una joven ilustradora toledana llamada Esther Peces. La autora comenzó estudiando Relaciones Internacionales pero en su subconsciente siempre estuvo presente la pasión por dibujar. En su momento mandó una petición de plaza a una escuela de arte de Chicago vinculada a un museo de esta ciudad. Probó, sonó la flauta, la aceptaron y después de cinco años en esta ciudad, vuelve a España y consigue una beca que le permite acudir a charlas impartidas por expertos de las que al final hacía lo que denomina “notas visuales”.

     

    Entre los participantes estaba Javier Sainz del equipo de comunicación del Museo del Prado al que le gustó su trabajo y a partir de entonces empezó a recibir encargos como un video sobre el 200 aniversario de la institución y ahora el diseño de stickers con un doble fin. Dar a conocer los fondos inconmensurables de este recinto universal de una forma simpática a todos los segmentos de la población y además hacer llegar el mensaje de que tras cada una de las obras se esconde una historia. Y nada mejor que conseguirlo por un medio tan masivo como el móvil y con figuras creadas por autores que en su momento también buscaron transmitir emociones a través de imágenes.

     

    -En estos momentos estás de plena actualidad por la elaboración de estos stickers con figuras del Museo del Prado.

     

    -La verdad es que han tenido una atención que no me esperaba. Es un proyecto muy bonito que me encargó Carlos Chaguaceda y Celia Aguilante, el equipo de comunicación del Museo. Me mandaron una lista de distintas obras para que las convirtiera en stickers, yo les envié los bocetos, les gustaron y seguimos adelante. Primero hicimos 19 y como tuvieron muy buena acogida hemos llegado a 30.

    -¿Ha habido algún purista al que no le haya gustado la idea por pensar que quizás se estaban vulgarizando obras de arte universales?

    -No he escuchado nada. Si ha habido alguna crítica no me ha llegado. Al revés, mucha gente me ha dicho que les ha servido para conocer cuadros que antes desconocían. Luego surgen preguntas de personas a las que les extraña que aparezca la Mona Lisa que nadie ubica en el Prado pero lo cierto es que hay una copia que se hizo al mismo tiempo que la original de Leonardo Da Vinci. Al final la propuesta ha dado lugar a que se haya despertado más interés por el Museo.

     

    -Crees que el Prado se conoce de una forma al menos aceptable o que como suele ocurrir con estos recintos, y es lógico, se trata de una institución que vive apartada de la sociedad.

     

    -Creo que puede mostrar una apariencia un poco seria porque no es un museo de arte contemporáneo pero eso no significa que viva cerrado a la sociedad. La gente no siempre encuentra la forma de relacionarse con los cuadros y con iniciativas como ésta, tal vez se logre que empaticen y descubran que además de obras de arte pueden ser pinturas originales, divertidas y que algunas no tienen nada de serias. Así es posible romper cualquier estereotipo parecido que tengan en su cabeza.

     

    -¿Cuál es la vía para que la gente conecte con estas imágenes hasta el punto de ponerlas en el móvil y utilizarlas como stickers para transmitir un mensaje a otra persona?

     

    -Es que esas historias fueron actuales en su momento y ahora podemos conectar con ellas de la misma manera que entonces. Pero hay que entender el contexto y la emoción que al final es para lo que se usan las stickers. Conectar con el sentimiento que pretenda lanzar la gente.

     

    -¿Cuál crees que es el más expresivo de los que has hecho?

     

    -Saturno devorando a sus hijos de Goya es muy expresivo y se usa mucho para demostrar rabia o enfado. El perro semihundido, también de Goya es muy emocional, El caballero con la mano en el pecho del Greco se envía para expresar agradecimiento… Los más complejos y difíciles de descifrar son los que tienen mayor número de personajes, como el de Brueghel el viejo, El vino de la fiesta de San Martín. Es un cuadro muy complejo con cientos de personajes y lo que queríamos era expresar es el lío que causa una fiesta.

     

    -¿No han pensado en coger alguno de los múltiples personajes de El jardín de las Delicias? Es otra de las joyas del Museo y hay un poco de todo.

     

    -Hemos sacado stickers de El Bosco pero con personajes y detalles de otros cuadros, uno entero sería imposible.

     

    -¿Cuál es el que más te gustó y con cuál te sientes más satisfecha?

     

    -Los más difíciles fueron los que tienen más personajes. El retrato de la familia de Felipe V de Van Loo fue muy complejo porque aparecen muchas personas y tienes que elegir porque todas no caben. Con el Bodegón de Clara Peeters me siento muy satisfecha porque es un cuadro precioso, complejo y dibujándolo te das cuentas de su belleza y del empeño que ponía la autora a la hora de pintar las flores y cada detalle. Se usa muchísimo porque todo el mundo quiere enviarle flores a otra persona como agradecimiento y cariño.

     

    -Las estrellas del Museo del Prado son las obras de Velázquez. ¿Cuál eligieron y con qué fin?

     

    -Utilizamos Las Meninas tanto para hacer un sticker en el que aparecieran ellas como el autoretrato de Velázquez y también utilizamos su obra El Triunfo de Baco. Los cuadros fueron elegidos por el equipo de Comunicación del Museo, según su expresividad, contener alguna acción que sirva al público para comunicarse en su día a día entre ellos, por ser obras conocidas o para darlas a conocer.


    -El trabajo podría llegar a ser infinito.

     

    -La verdad es que el Museo del Prado tiene muchísimos cuadros que podrían ser stickers divertidos, expresivos o que conectaran con la gente de alguna manera.

     

    -Hay un león por cuya autora confiesas sentir auténtica admiración y de la que han elegido la representación de ese cuadro.

     

    -La pintora es Rosa Bonheur y sí hay un cuadro precioso de esta autora a la que le gustaba mucho pintar animales y era obligado elegir a ese león, aunque tiene muchísimos detalles por lo que al final debimos simplificarlo. El cuadro parece una foto, tiene un nivel de realismo impresionante.

     

    -¿Está previsto sacar más stickers?

     

    -No creo, el Museo del Prado ha tenido que parar pero estoy segura de que habrá proyectos futuros y colaboraremos de nuevo en algún momento como hemos hecho hasta ahora. Pero con las stickers vamos a hacer una pausa, porque aunque la acogida ha sido buenísima, creo que la aplicación tiene un límite, así que debemos parar y disfrutar de las que tenemos ahora.

     

    -¿Cómo recibiste el encargo? Supongo que habrás sentido mucha alegría pero también una responsabilidad tremenda por trabajar con estas obras de arte universales.

     

    -Con una gran ilusión. Llevo colaborando con ellos desde 2019 y cada vez que me llaman me lo tomo con mucha responsabilidad, gratitud y alegría. Además suelen ser proyectos que o bien conmemoran un momento histórico determinado del Museo o con el que quieren llegar al público de alguna manera, como éste. Ser parte de esos momentos es algo muy bonito. Siempre es genial contar con una propuesta nueva pero cuando viene de una institución a la que admiras como el Museo del Prado, aún mejor.

     

    -Nada menos que el Museo del Prado…

     

    -Todo el mundo le tiene cariño al Museo, es una parte de nuestro país, vas a cualquier lado y todos lo conocen y lo quieren de alguna manera. No importa de qué lugar de España seas o la edad que tengas. La gente le tiene un gran cariño por su historia, sus cuadros y por eso creo que sólo puedes estar agradecida de formar parte de su historia o de su vida de alguna manera.

     

    -Existe alguna iniciativa parecida en el mundo en una institución como ésta.

     

    -Sé que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sacó stickers en la pandemia aunque desconozco si lo ha hecho alguna institución cultural en España o en algún otro lado. Pero es cierto que el Museo del Prado apuesta por tomar iniciativas parecidas como estar en tiktok o en instagram o hacer directos muy sorprendentes por su energía que son acogidos con mucho cariño.

     

    -Te defines como ilustradora. ¿Te gustaría hacer en algún momento un cómic?

     

    -Soy ilustradora pero al final eso implica muchos ámbitos. Me encantaría publicar una novela gráfica pero la verdad es que no es nada fácil. Intentarlo lo intento y de hecho tengo dos guardaditas esperando para salir. Ser ilustradora trae consigo muchas facetas, sigo plantado semillas porque se trata de eso, de contar historias y al final ir avanzando y ver qué sale y qué quiere y acepta una editorial o una institución cultural y hasta qué punto les gusta tu trabajo… Lo principal es lograr una combinación entre lo que te gusta a ti, las iniciativa que tienes en mente y las que son recibidas con cariño e ilusión por otras entidades, editoriales o instituciones.

     

    -En realidad el cómic es una sucesión de ilustraciones en cierta manera…

     

    -A mí el cómic me encanta y creo que algunos de los mejores ilustradores en España también están en el mundo del cómic, sobre todo después del boom que ha tenido la novela gráfica con cómics muy artísticos. Ya se ha pasado de entintado a hacerlo con lápiz, pintura, de mil maneras… Al final ser ilustrador también implica meterte en ese mundo de una forma original. Estoy alucinada de ver cómo se está desarrollando el panorama.

     

    -En realidad ya hiciste una obra titulada Oso y Yo ¿Cómo la definirías?

     

    -Es un cuento infantil, que ganó el premio Ciudad Fuengirola en la categoría de álbum ilustrado y la verdad es que fue muy bien. Es una obra muy personal y tierna que gracias a la iniciativa de la biblioteca de Fuengirola pude llevar con talleres a muchos colegios y bibliotecas y no sólo allí sino a otros lugares.

     

    -El argumento es muy original y tiene un trasfondo curioso.

     

    -Es un cuento tierno. Trata de una niña que está tranquilamente en su casa y de repente esa calma se rompe cuando un oso entra y comienza a romperlo todo. Pero la niña lo resuelve diciendo que no pasa nada. La idea es transmitir lo importante que es poner límites. Conseguir darnos cuenta de que “tal vez si pasa algo, efectivamente ese oso está rompiendo cosas e incluso intenta romper el cuento” y entonces igual debemos hacer algo… no hago spoiler pero por ahí va la cosa. Creo que los adultos también pueden sacar su propio mensaje y ojalá lo hagan.

     

    -A todos los entrevistados solemos preguntarles su opinión sobre la Inteligencia Artificial.



    -Creo que sí puede afectarnos como hace con otros muchos procesos pero también creo que siguen gustando las historias con personas detrás y no me parece que la IA pueda competir con eso. Es una herramienta y espero que los seres humanos la podamos utilizar de la forma más sabia posible y ojalá llegue un punto en el que cite las fuentes de la que saca la información pero en general seguro que se seguirán comprando cuentos hechos por personas porque los accidentes y su belleza es la ilustración y en la literatura, la voz propia de una persona, no es fácil de sustituir.

     

    -En el caso de autoras como tú no veo que te pueda afectar mucho, en principio.

     

    -Creo que no la verdad porque no tenemos nada que ver. Acabo de leer un libro infantil de Ricardo Gómez titulado La Máquina de Hacer Cuentos que se inspira en la problemática de las IA y su mensaje consiste en eso, en que las obras hechas con ordenador son bastante planas, no tienen profundidad. Hay principio, nudo y desenlace pero las cosas extrovertidas y mágicas de los seres humanos sólo las podemos hacer nosotros.

     

    -¿Conoces el libro blanco de cómic? Es otra pregunta que solemos hacer.

     

    -Sé que es para defender nuestros derechos. Me encanta, me parece maravilloso que exista. Nuestro gremio tiene muchos problemas, los anticipos que se dan son insuficientes para poder sobrevivir. Si queremos que sigan existiendo cómics, personas que hagan ilustración y que escriban historias es importante defendernos y publicaciones como el Libro Blanco pueden ayudar mucho. Tenemos que cogernos del brazo y hacer valer nuestros derechos. La gente pide libros que estén bien hechos y al final una persona que no pueda vivir de esto no lo podrá hacer.

     

    -¿Has conseguido vivir exclusivamente del dibujo?

     

    -No, al cien por cien, es muy difícil. Sobrevivo pero tengo que complementarlo con muchas otras cosas. Al final todo se trata de plantar semillas y ver los frutos que salen, si no son suficientes hay que buscar más posibilidades para poder crear desde una cierta estabilidad económica. Yo aún sigo plantando y buscando ese equilibrio.

     

     

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