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Endesa retira más de 3.000 toneladas de residuos en el desmantelamiento  de la chimenea de Jinámar

La central ganará 6.000 metros cuadrados libres cuando culminen las obras en septiembre de 2024

 

  • Lancelot Digital
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    Hace un año que la UTE-Afesa Nervión, empresa adjudicataria del proyecto de desmantelamiento de una de las dos chimeneas de Jinámar, inició oficialmente las obras. En la primera fase, ya casi culminada, estaba previsto que la empresa limpiara y retirara todo el material de la zona circundante a la chimenea, lo que contemplaba la retirada de los transformadores de los grupos de vapor 1,2 y 3, de la turbina de vapor 1, de los conductos de tuberías y equipos, el desmantelamiento de las calderas de los grupos 1,2 y 3, así como quitar los tanques y otros aparatos en desuso. 

     

    Hasta el momento Endesa calcula que han sido extraídas de la central térmica de Jinámar 3.081 toneladas de material de residuos sólidos y líquidos de distinta tipología, una cantidad que aumentará considerablemente cuando durante el segundo trimestre de este año se inicien las obras de desmantelamiento paulatino de la chimenea de 76,5 metros de altitud. Gran parte del material  retirado hasta ahora ha sido reciclado y al resto se le ha dado un tratamiento especial siguiendo las pautas de respeto al medio ambiente. Entre los materiales recuperados destacan 71 toneladas de cobre, bronce y latón, 2.169 toneladas de hierro y acero, 8 toneladas de cenizas, 49 toneladas de cables, 95 toneladas de aceites minerales, etcétera.

     

    El proceso de demolición de la chimenea será complejo y meticuloso, puesto que queda descartada la voladura y se intervendrá en la estructura de hormigón mediante robots, maquinaria pesada y manualmente. La mayoría de los trabajadores que intervienen en la obra son de procedencia canaria. Endesa cumple de esta manera con su filosofía de crear empleo entre la población residente en el entorno de sus centrales térmicas y otras infraestructuras eléctricas.

     

    Otro dato importante se refiere al espacio de 6.000 metros cuadrados que ganará la central térmica de Jinámar una vez concluyan las obras de desmantelamiento de la chimenea y con la retirada de los grupos de vapor inoperativos anexos. Aún no se ha determinado por parte de la empresa el uso que se le dará en un futuro a este espacio libre, aunque previsiblemente irá en la línea de apostar por nuevas unidades de Generación gestionables y respetuosas con el medio ambiente.

     

    Las chimeneas de la central de Jinámar han sido todo un símbolo visual en el horizonte de acceso a Las Palmas de Gran desde que fueran levantadas en la década de los -70 del siglo pasado para dar cobertura energética a la isla de Gran Canaria. En pleno siglo XXI, ambas chimeneas marcarán también un hito al convertirse, con el desmantelamiento de la más pequeña, en un avance en el camino hacia la descarbonización iniciado por Endesa en Canarias.

     

    La UTE-Afesa Nervión resultó ganadora del concurso al que concurrieron un total de cinco empresas, adjudicándose el proyecto por un presupuesto de 1,6 millones. Esta empresa también está especializada en el tratamiento, segregación y valorización y posterior reciclaje de residuos.  Está previsto que las obras se prolonguen hasta septiembre de 2024. El proyecto ha sido establecido en torno a varias fases para hacer la instalación lo más segura posible y poder compaginar las obras con el funcionamiento de los grupos que aún siguen operativos en la central de Jinámar.

     

    Curiosamente, la chimenea a punto de ser desmantelada fue sometida a principios de 2023 a reparaciones superficiales en su estructura exterior, con el fin de mantener su integridad y garantizar la seguridad del personal que trabaja en la central. Las obras de reparación se hicieron necesarias por la caída de fragmentos de hormigón como consecuencia de la actuación corrosiva diaria del medio marino donde se encuentra enclavada la Central de Jinámar.

     

    Características técnicas

     

    En cuanto a las características técnicas de la chimenea a desmontar destaca su altura de 76,5 metros y un espesor en la base de 50 centímetros que se va reduciendo hasta alcanzar 32 centímetros en la cota superior. El exterior está estructurado en hormigón armado, mientras que el interior dispone de un revestimiento de ladrillo refractario. Los operarios de la Central de Jinámar accedían en el ejercicio diario de su trabajo a las partes más elevadas de la torre mediante un ascensor exterior a la chimenea que fue desmontada por cuestiones de seguridad en cuanto dejó de estar operativa.

     

    La empresa adjudicataria instalará plataformas colgadas y apoyadas en la coronación del fuste de la chimenea. Una vez asegurado el acceso al interior de la construcción se procederá a desprender el ladrillo refractario en dirección descendente y de manera manual.

     

    Por su parte, queda descartada la demolición por voladura y, en principio, se optará por  procedimientos como el corte hilo de diamante o con la intervención de robot demoledor con control remoto. También intervendrán otros elementos de apoyo como las grúas. Luis Varela, responsable de Generación en Gran Canaria, insiste que "hemos cuidado al máximo que la obra sea respetuosa con el medio ambiente y con la integridad física de los trabajadores, tanto de la empresa adjudicataria como los de nuestras propias instalaciones".

     

    En cuanto a los detalles técnicos de los grupos 1,2 y 3 , que ya han sido retirados, destacar que el grupo 1 era capaz de generar 33.150 kw de potencia, el grupo 2 un total de  40.000 kw y, por último, el grupo 3 producía en su día otros 40.000 kw de potencia.  En total los tres grupos de vapor han dado un servicio eléctrico de 726.278 horas de funcionamiento.

     

    Historia de la Central de Jinámar

     

    La Central de Jinámar está situada en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria. Y en sus instalaciones ha albergado cinco grupos de vapor (tres de los cuales se utilizaban además para potabilizar agua de mar), tres turbinas de gas y cinco grupos de diésel.

     

    El primer grupo se inauguró en 1972 y fue creado para cumplir la doble función de generar energía eléctrica y desalar agua para el suministro de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. El segundo y tercer grupo estaba dedicado exclusivamente a la producción de electricidad  y comenzaron a funcionar en 1975 y 1978, respectivamente.

     

    Por su parte, el cuarto y quinto grupo entraron en funcionamiento en 1982 y 1984, respectivamente, cumpliendo también la función doble de producir electricidad y agua desalada.

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