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Un pacto teórico, con “arma arrojadiza”

Por Antonio Coll

 


El pacto teórico CC-PSOE, en el Cabildo de Lanzarote, me recuerda la frase del “jarrón” que de ir tantas veces a la “fuente”, al final se rompió. Y el problema de fondo es que las cláusulas que se redacten nuevamente, nada ni nadie impedirá, en un futuro, no muy lejano, que se inicie un periodo de inestabilidad en el gobierno insular, sobre todo, cuando se lleve a la mesa de negociaciones cuestiones prioritarias, como el PIOT, la modificación del Plan Especial de La Geria y otro temas importantes. Ciertamente, la situación es para mosquearse. Percibo que es un “pacto” teórico, que tiene trampa y un perfil de “arma arrojadiza”. Ambos partidos lo saben. Es cuestión de tiempo. El PSOE canario cuenta con problemas internos, con bicefalia incluida, entre el todavía secretario general, José Miguel Pérez y la vicepresidenta del gobierno canario, Patricia Hernández. Esta aparente o clara división, permite a parte de la antigua cúpula insular socialista a mantener un poder, con el beneplácito del Secretario General, y decidir los pasos a seguir. Como esta circunstancia, no variará a corto o medio plazo, y como tampoco Loli Corujo ni José Juan Cruz, se atreverán a mover fichas, sin autorización, obligará a Pedro San Ginés a buscar, si la encuentra, otra alternativa que pasan por el PP y el consejero de Nueva Canarias, doctor Sosa. El problema de este acuerdo se complica por el Ayuntamiento de Arrecife, ya que la ecuación matemática es más enrevesada. La celebración de las elecciones generales, previstas entre las fechas 13 o 20 de diciembre, puede ser el periodo máximo para tomar decisiones. El panorama puede cambiar, con nuevos pactos en Canarias. Pero todavía quedan más de tres meses.

 

Independientemente de todo lo expuesto, el fondo de la cuestión es que el pacto, firmado, en primera instancia, entre CC-PSOE para dirigir el gobierno insular, se presenta materialmente difícil de constituirse. Las simples anécdotas del funcionario cesado del cargo de director del PIOT, la Viceconsejería de Justicia o el pacto del Ayuntamiento de Haría, solo son cortinas de humo, totalmente sin argumentos y que sirven para disimular las verdaderas intenciones de un sector socialista, que pasan por desbancar a Pedro San Ginés de la presidencia del Cabildo. Para ello, necesitan ganar tiempo con la estrategia de abanderar un gobierno, con las carambolas que sean necesarias, hasta conseguir unos objetivos bien definidos, que pasan por el control total de las políticas territoriales y medioambientales, que tan buenos dividendos les ha dado a “algunos”.

 

Aquí no se trata de una legítima partida de ajedrez, entre partidos políticos. Y lo que preocupa, a la buena gente, es que la isla vuelva a la inestabilidad de antaño, y se vuelva a entrar en una espiral maliciosa, que pueda repercutir, no solo en la gobernabilidad, sino impedir que las grandes asignaturas pendientes se aprueben. Es una amenaza grave la que se cierne sobre la isla, si los distintos partidos políticos, elegidos para gobernar, no superan sus enfrentamientos interesados y particulares.

 

Lanzarote no puede ya renunciar a su progreso, por culpa del proceder de algunos políticos impresentables que poco les importa el interés general y el bienestar de sus habitantes.

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