Simulaciones
Francisco Pomares
Contó ayer en el Parlamento de Canarias el presidente Clavijo que el ministro Torres se comprometió con el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado y con él mismo, a recabar un informe sobre los menores migrantes distribuidos por el territorio nacional, las plazas existentes en los centros de acogida y otros recursos, y a realizar dos simulaciones sobre la distribución fuera de Canarias de esos niños. Explicó que han pasado ya 25 días desde aquél encuentro, y mientras el Gobierno regional cuenta ya con hasta cuatro simulaciones distintas, el Gobierno de España no ha dicho aún ni pío.
El detonante de la bronca entre el PSOE y Coalición -un partido que ha soportado sin estridencias el incumplimiento sistemático de los acuerdos de la investidura en relación con la agenda canaria– es que el Gobierno de las islas lleva esperando tres semanas y media por esas simulaciones de distribución, sin que nadie desde el PSOE o el Gobierno Sánchez, se haya dignado a hacer siquiera una llamada para explicar el retraso. La percepción en las filas nacionalistas es que el PSOE está instalado desde el inicio de la legislatura en la voluntad de hacer tiempo, de demorar las decisiones, de evitar tener que asumir responsabilidades. Clavijo detalló en su intervención parlamentaria todas las gestiones realizadas por su Gobierno y por él mismo para desatascar un acuerdo imprescindible entre el PSOE y el PP, dado que el Gobierno progresista no cuenta con el apoyo de todos sus socios para reformar la ley de Extranjería.
La lista de gestiones, reuniones y encuentros es interminable: Clavijo no recordó la negativa de Sánchez a reunirse con él para tratar asuntos migratorios, pero si citó las reuniones en Madrid y Europa, la visita en diciembre de la presidenta Von der Layen, la audiencia con el Papa Francisco, la firma del inoperativo Pacto Canario por la Migración, la reunión de la Conferencia Sectorial celebrada en julio en Santa Cruz de Tenerife, los encuentros con los grupos parlamentarios en el Congreso para lograr su voto en la reforma de la ley de Extranjería, la derrota del Gobierno en julio, tras negarse a discutir siquiera las condiciones planteadas por el PP, hasta el encuentro con Torres y Tellado, que Torres exigió realizar fura de foco, porque el Gobierno cree que sus socios no llevan demasiado bien que el PSOE acuerde con el PP políticas de Estado.
Clavijo recordó también que la ministra responsable de Infancia, Sira Rego, no ha cumplido aún con algo tan sencillo como el acuerdo suscrito por Torres sobre un informe de posible distribución de los menores emigrantes por todo el territorio nacional, y anuncio que si el Ministerio no aporta esos informes, Canarias hará públicos los cuatro de que dispone.
Cuando el Gobierno de Coalición y el PP sustituyó al del Pacto de las Flores, Canarias tutelaba ‘solo’ a 2.100 menores no acompañados, un número que en menos de un año y tres meses se ha casi triplicado, y que podría duplicarse de nuevo de aquí a fin de año, sin que nadie en el Gobierno del Estado haya movido un pelo del bigote. Anunciado ya por Canarias un conflicto inverso de competencias, y la exigencia de que los funcionarios estatales cumplan los protocolos para la identificación de los menores antes de traspasar la tutela, la sospecha es que en los próximos días, el PSOE va a reaccionar con creciente beligerancia a las peticiones de Canarias, intentando responsabilizar al PP por el bloqueo en la reforma de la Ley, y a Coalición de no aceptar la trasmisión de la tutela. Sin duda, al final serán los tribunales de justicia los que determinen las responsabilidades de Canarias y del Estado en este asunto. Pero va a ser una pelea a cara de perro, como pudo percibirse ya en las intervenciones en el Parlamento de Canarias.
El Gobierno regional debe actuar con cautela: somos muchos los que creemos que le asiste la razón al exigir de Sánchez que resuelva esta papeleta. Asuntos muchísimo más complejos se han resuelto –incluso desafiando la legalidad- para sostener al presidente Sánchez en el Gobierno, tras perder las elecciones generales. No sólo se trata de amnistiar a delincuentes o colonizar el Estado para que nadie les rechiste: también se han resuelto cuestiones prácticas, como bloquear el acceso de inmigrantes a las costas peninsulares, dejando los prejuicios a un lado y enviando a la Armada a patrullar. La llegada de inmigrantes a España se produce hoy por la ruta más peligrosa, porque al Gobierno le ha resultaba cómodo y ventajoso concentrar el problema en las islas. Cuando Sánchez dijo aquello de “nuestra ruta de acceso está controlada”, se refería a la que llevaba miles de inmigrantes desde África al sur de Andalucía. Ahora llegan la inmensa mayoría por Canarias. Y fue una decisión política –dificultar el acceso a Andalucía por el mar de Alborán- lo que ha provocado que así ocurra.
Quizá también convendría hacer una simulación sobre eso.