¿Quién miente más?
Por Francisco Pomares
El ministro Torres ha anunciado que el PSOE ya ha presentado una demanda conjunta contra Víctor Aldama. Se trata de demostrar que o todos o ninguno, que el Gobierno, el presidente, su mujer y sus ministros, responden al unísono. En realidad, la andanada del Gobierno sólo es de momento un acto de conciliación. Lo que si hay es una suma de actuaciones muy coordinadas destinadas a desprestigiar al gomina. De todas ellas, la más llamativa ha sido la del propio Sánchez, que baja al terrero con contundencia, a decirnos que el mentiroso Aldama carece de cualquier tipo de credibilidad. Sánchez, el hombre de los cambios de opinión y las mentirijillas sobre lo mal que duerme pensando en un Gobierno con Podemos, los indultos, la amnistía, el cupo catalán o lo que sea, no es precisamente un ejemplo de credibilidad. Todo lo que está ocurriendo nos hace pensar en aquellos días de retiro tras la denuncia a Begoña, preparando lo de la maquinaria del fango. Es como si hubiera sabido que le iba a caer la Dana encima…
Pero tampoco hay porqué creer a pies juntillas lo que dice alguien que quiere librarse de la cárcel. Aunque haya cosas en la declaración de Aldama que parecen de sentido común: está por ejemplo lo de la foto. Es evidente que no es una foto tomada al tuntún. La saca Koldo, en aquél momento uno de los hombres que Sánchez valora, y la toma en una zona privada del teatro Latina, no en el patio de butacas o en la puerta, donde si Sánchez se pone a posar con los simpatizantes se habría tragado un buen marrón de pesados puestos en cola. Por eso Aldama y Sánchez no se tropezaron en una esquina y se retrataron juntos espontáneamente. Alguien –el leal Koldo, guardián de las actas de las primarias que convirtieron a Sánchez en quien es hoy- le pidió a Aldama que acudiera a verse con el presi, le invitó al acto de la presentación de la candidatura de Pepu y los condujo a ambos hasta una zona reservada del teatro. Luego les hizo la foto. Una foto que quedó guardada en el alma del móvil de Koldo hasta que la Guardia Civil dio con ella.
Me divierte mucho también la descalificación de viceMontero, cuando califica a Aldama de ser otro Pequeño Nicolás. Es verdad que en el PSOE se rieron mucho del ridículo del PP con aquél personaje. Pero antes de que Aldama se convierta en carne de Netflix, sería bueno recordar las cosas que se dijeron entonces sobre cómo el Pequeño Nicolás se había vacilado en las mismas napias del poder de entonces, inventándose unas historias de aúpa. La risa coral del PSOE, cuando Aldama habló el jueves de sus servicios antiterrorista para la Guardia Civil, el MI6 y la CIA, se congelaron ayer cuando se supo que el ministro Markaska condecoró a Aldama con la medalla al mérito de la Benemérita. Fue hace dos años, en 2022, justo después de que se produjeran las compras más golfas del Gobierno, su Ministerio de Transportes, sus empresas, Baleares y Canarias, a las empresas de Aldama. ¿Cuál fue el mérito que encontró Marlaska para condecorarle entonces? Habrá que preguntarle al ministro en qué consistió el trabajo de Aldama –ese señor al que ahora no conoce nadie- para ser condecorado por su Ministerio. Y recordarle a la Montero que el PP no condecoró al Pequeño Nicolás…
En serio: supongo que la inmensa mayoría de la gente bien criada desea creer que el gomina mintió bellacamente en su declaración. Sería tranquilizador pensar que Aldama es un mentiroso y un delincuente confeso, antes que pensar que nuestros próceres son unos mentirosos y unos delincuentes por confesar. Yo querría creer al Gobierno, a sus ministros (incluso a Montero) antes que a la panda de mosqueteros. Pero tengo mis dudas… si todo lo que ha dicho Aldama es coña, entonces… ¿por qué Anticorrupción y el juez han decidido que salga de prisión?
Las mentiras siembran la desconfianza, todas las mentiras. Las de Pedro Sánchez diciéndonos que no haría lo que luego ha hecho, o negando la evidencia de conocer a Aldama. O –por citar algo más próximo- las mentiras del hoy ministro Ángel Víctor o Víctor Ángel, a lo largo de este sainete de vergüenzas y ridículos. ¿Mintió Torres cuando dijo que no tuvo que ver en las decisiones sobre compras en la pandemia? Mintió: presidía el Comité que adjudicó los contratos, aunque alguien se ocupara de que no queden actas de esas decisiones. ¿Mintió Torres cuando dijo no haber tenido información de ninguna oferta? Sí, mintió. Conocía las de las empresas de la trama. Koldo le informaba hasta de los pagos cumplidos y pendientes. ¿Mintió Torres cuando negó conocer al mosquetero Tapia? Sí, lo hizo. Luego acabó poniéndole cara, reconoció que se había reunido con él, aunque también quiso hacer pasar una cita de despacho como un encuentro casual en un pasillo, al estilo Sánchez. ¿Mintió Torres cuando dijo que no pactó contrato alguno con alguna empresa? Sí, por supuesto que mintió: se reunió con Tapia porque se lo pidió Koldo, para hablar exactamente del contrato de las PCRs. Y se lo adjudicó.
Es verdad que me gustaría creerles. Pero me pasa como con Sánchez. Me resulta difícil creer a alguien que nos ha mentido tanto, tantas veces, con tanta desvergüenza.