Lo civil no quita lo valiente
Por Alex Solar
Amplificado con una sospechosa coordinación, lo proveniente de Doña Manuela y Doña Ada, acaba en agrias polémicas. Si la fundadora de Jueces para la Democracia y la activista anti desahucios han logrado la representación política de los municipios más importantes de España, no será por carecer de habilidades o méritos propios. Y sus pecados contra la regia majestad al enviarlo al trastero de la Historia o la cabalgata de colorines, son anécdotas comparadas con las salidas de tono de próceres como Fernández Díaz y Óscar Bermán y prelados de Bilbao y San Sebastián, muy patriotas y muy observantes de la fe cristiana.
Tal como manifestaron los mismos militares que recibieron la notificación verbal por la alcaldesa de Barcelona de un acuerdo plenario, no existió en ella ningún menosprecio ni malos modos. Por lo tanto, todo el vocerío posterior de quienes se sienten apologistas del Ejército me parece ocioso o, al menos, interesado.
Tal parece que España no haya pasado el tiempo en que esta institución era intocable. Puede que los mayores recuerden el caso de La Torna, una obra teatral que, en plena transición, llevó a un grupo de actores encabezados por Albert Boadella a un consejo de guerra cuando el Capitán General de Barcelona, en un acto que sorprendió a los esperanzados por la democracia española, prohibió su representación. Se dice y se repite que la institución castrense española no es la misma de entonces. Lo cierto es que en los últimos tiempos han surgido casos como el del Teniente Segura, que es autor de testimonios impactantes sobre el lado oscuro de las fuerzas armadas, y el de Zaida Cantera.
Si en este país existe normalidad democrática, ninguna institución debería estar al margen de la crítica. Los conservadores, puesto que las adoran, se envuelven en la bandera del chovinismo y tocan a rebato cuando alguien señala que su banda desafina. Por cierto, la música militar la escuché mucho de niño y aún resuena en mis oídos cuando recuerdo el once de septiembre de 1973.
Creo que el Ejército más que ofertar enseñanza, pretende enrolar a los jóvenes cuando participa en una feria educativa como la de Barcelona. Y Colau, aunque solo es una humilde civil, lo cortés no quita lo valiente, ha estado en su lugar al manifestar su posición contraria y la del consistorio a que se mezclen ambas cosas.