La entrevista como una de las bellas artes

Por Álex Solar 

Desde hace algún tiempo  las entrevistas en televisión que más titulares dan son las de dos insignes “intrusos” en la profesión periodística: Bertín Osborne y Risto Mejide.

La entrevista, como género periodístico, tiene sus leyes y sus técnicas. Como el asesinato (al que se parece, en más de algún sentido), podría clasificarse como una de las bellas artes.  Pero en las entrevistas de Osborne y Mejide no encontramos nada que se parezca al periodismo de entrevistas canónico, sino más bien algo que recuerda a la charleta entre compadres o conocidos. En casa de Bertín entran gentes que el anfitrión conoce por relaciones familiares o por historias de juventud, cuando no es directamente por el hecho de pertenecer a  la categoría de famosos, más que por clase social o afinidad política.

La trayectoria de Osborne como cantante y presentador es larga y suficientemente conocida .En su ya larga vida podría presumir de un festival de San Remo (donde destacó por mejor intérprete) y de muchas cosas más, excepto de una condena por alzamiento de bienes, que no cumplió. Pero en general, la lotería vida le ha sido muy favorable, salvo algunas desgracias familiares y personales también públicas y notorias. En la pantalla proyecta humanidad y bonhomía. Parece un hacendado campechano, que es probablemente lo que estaba destinado a ser si no hubiera abandonado los estudios de agronomía  desafiando los designios familiares que lo situaban en una tradición de negocios y altas posiciones. Los diez mil euros que gana por emisión y el medio millón de euros que cuesta la temporada del programa (que tanto han censurado  el PSOE e IU dentro del Consejo de Administración de RTVE) bien empleados están. No creo que a Bertín le hagan mucha falta, sus negocios de alimentación van viento en popa y la televisión pública está recuperando a marchas forzadas la inversión con los buenos índices de audiencia, en que las encuestas sitúan a “En la tuya o en la mía” cada miércoles desde hace un par de meses.

De todos sus programas parece que el que va mejor en las encuestas es el último, con Carlos Herrera. Yo me quedo con el de Jesulín de Ubrique, por varias razones y una es la respuesta o no respuesta de Bertín a la pregunta del torero por sus condiciones de cantante y compositor. Con una mirada le dijo “toa” la verdad.