La autonomía del Puerto de Arrecife, no es utópica
Por Antonio Coll
Después de los múltiples pronunciamientos, por una buena parte del sector empresarial y sociedad civil, en favor de la iniciativa de la Cámara de Comercio de Lanzarote, para conquistar la autonomía del Puerto de Arrecife y convertirla en el número 29 de las Autoridades Portuarias existentes en el Reino de España, el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, anuncia convocar un pleno extraordinario para la segunda quincena de este mes, con un único punto del orden del día: “Aprobar una Declaración Institucional para iniciar los trámites de solicitud de la Autoridad Portuaria de Arrecife, ante el Ministerio de Fomento – Puertos del Estado”. Este paso es prioritario si todos los partidos con representación en el Cabildo respaldan la propuesta, ya que también es importante contar con el respaldo del Gobierno de Canarias o Parlamento.
A mi modo de ver, no se puede entrar en la polémica de si es rentable o no, en estos momentos, ya que el Puerto de Arrecife no ha podido desarrollarse, precisamente, por ser un puerto cautivo de una autoridad con sede en el Puerto de La Luz y la historia ha demostrado que el que “parte y reparte, siempre se lleva la mayor parte”. Como canario estoy a favor de la expansión del puerto grancanario, pero también estoy a favor de que el Puerto de Arrecife gestione directamente su expansión desde Lanzarote y se convierta en una zona estratégica y con las infraestructuras necesarias para afrontar las necesidades del siglo XXI y ser competitivos con otros puertos. Además, un puerto, además de los servicios netamente portuarios de atraque, tiene un potencial enorme en la zona terrestre, para fomentar otras actividades industriales y comerciales, con la repercusión positiva en la creación de empleos.
Una Autoridad Portuaria es un Organismo Público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y cuenta con plena capacidad de actuación para el desarrollo de sus fines. Es decir tiene plena autonomía, sin perjuicio de las facultades atribuidas a Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento. En este sentido y con buenos gestores, el Puerto de Arrecife tiene que ser rentable. Las cifras que aporta la Autoridad de Las Palmas, en referencia a unas pérdidas de unos 150.000 euros el año pasado, tiene poco valor. Lo digo porque a pesar del abandono y ausencia de inversiones, tener esas pérdidas es para celebrarlo y potenciar más la iniciativa de la independencia del Puerto de Arrecife-Los Mármoles.
Actualmente existen 28 Autoridades Portuarias independientes, de las cuales 10 no son capitales de provincia y dos son ciudades autónomas en Marruecos: A Coruña, Alicante, Almería, Avilés, Bahía de Algeciras, Bahía de Cádiz, Baleares, Barcelona, Bilbao, Cartagena, Castellón, Ceuta, Ferrol-San Cibrao, Gijón, Huelva, Las Palmas, Málaga, Marín y Ría de Pontevedra, Melilla, Motril, Pasaia, Santa Cruz de Tenerife, Santander, Sevilla, Tarragona, Valencia, Vigo y Vilagarcía.
Según la memoria del 2013 de la propia Autoridad Portuaria de Las Palmas tiene un activo cercano a los 800 millones de euros. En el citado año, el Puerto de La Luz contaba con 212 empresas públicas y privadas, establecidas en el recinto portuario. Puerto del Rosario con 21 y el Puerto de Arrecife con 14. Estas cifras ponen de manifiesto que el potencial de nuestro puerto está mínimamente explotado y la experiencia nos dice que sin autonomía propia, la brújula “provincial” marcará siempre el mismo rumbo, por todos conocidos.
No es un deseo utópico el aspirar a una Autoridad Portuaria de Arrecife independiente. Es una aspiración pragmática e histórica. Es una aspiración legítima. Ser dueño del destino de nuestro puerto es progreso y economía para toda la isla. El número 29 nos corresponde.
