La apuesta de CC
Por Manolo García Déniz
Las Elecciones Generales en Lanzarote se viven con menos apasionamiento que las Locales, donde el mayor número de candidatos y las apetencias más evidentes ponen en juego muchas más cosas. Son las exigencias del guión y, fundamentalmente, de la cercanía. En cambio, en las Generales, todo se ve más secundario. Primero, porque la lista al Congreso de los Diputados, donde se elige al presidente, es provincial y los candidatos lanzaroteños se postergan frente a los grancanarios y, segundo, porque todos coinciden después que el Senado sirve para poca cosa. El lanzaroteño, en la inmensidad de la España de provincias y cerca de 50 millones de habitantes, se considera insignificante para decidir y casi ve la cosa global como mero espectador que cumple con el requisito de votar sin demasiado entusiasmo y con una abstención mucho mayor, también, que en las Locales y que en otros muchos sitios.
Pero, aún así, los políticos y los partidos, no pierden la oportunidad de aprovecharlas para hacer experimentos que puedan tener su influencia en próximos encuentros locales, ya sea a nivel interno, para elegir ejecutivas, como en futuras elecciones locales. La apuesta de CC, en este sentido, es muy significativa. Descartada Inés Rojas como candidata, sin saberse muy bien el porqué, y dejando atrás también la intención de algunos de colocar en el Senado a Isaac Castellano, la apuesta se hizo más fuerte y sólida. Si hubo en CC dos claros éxitos en las elecciones locales de mayo, fueron Marci Acuña, que recuperó para CC la Alcaldía después de que Pepe Torres se recogiera en su PMH, y Oswaldo Betancort, que sacó una holgada mayoría absoluta en el municipio que gobernab con mayoría simple. La apuesta de poner al primero de candidato al Senado y a Oswaldo de segundo en lalista provincial visualiza una gran apuesta en estas elecciones. En caso de victoria, ya tendrán marcado el camino de la renovación de CC en los próximos años, tanto a nivel interno como institucional.
En estas elecciones, donde toda apunta a que no habrá olas que condicionen el resultado, parece que puede volver a tener un peso importante el perfil del candidato, cuestión que se diluyó mucho en los últimos 12 años, donde las mareas roja y azul eran determinantes. En ese aspecto, ahora no hay nada que hacer con dos partidos tradicionales que están, conjuntamente, en sus peores resultados en unas elecciones generales, y dos emergentes que no parece que tengan el suficiente tirón en Lanzarote para ser el más votado, por ejemplo, al Senado.
En el panorama actual, las aspiraciones de CC de conseguir el senador por Lanzarote no es un imposible. Presentan un candidato sin aristas, que ha estado de consejero del Cabildo seis años en una superconsejería como la de Servicios Sociales y no ha tenido la más mínima polémica. Además, es un hombre que sin hacer mucho ruido sabe optar a cargos con voluntad y decisión, como hizo en las locales, yéndose a Haría a fajarse con el díscolo Pepe Torres y tener el atrevimiento de salir, encima, victorioso.
Además, lejos de estar solo en esta campaña, se garantiza la compa- ñía de otro de los gallos de CC en Lanzarote, Oswaldo Betancort. Mano a mano, pueblo a pueblo, harán llegar el mensaje de CC al electorado sabiendo que, si la cosa sale bien, el fruto será mucho más que un escaño en el Senado ( lo del Congreso no depende sólo de Lanzarote).