Hoteles en una isla “extraterrestre”
Por Antonio Coll
En mis múltiples entregas de artículos, en algunos insinué que la isla tenía mucho de extraterrestre y no precisamente por el paisaje. En este sentido, leo la noticia de que el Cabildo y el Instituto de Geociencias IGEO, han firmado un convenio para investigar la importancia planetaria de Lanzarote con Marte. Pero no es mi intención escribir sobre la relevancia de esta información, en el plano geológico, planetológico o astrobiológico. Ya habrá tiempo cuando la investigación científica haya avanzado y obtenga conclusiones dignas de resaltarse.
Ya en la vida terrícola cotidiana y política, en la isla, desde hace mucho tiempo, sobresalen acciones que se podrían encuadrar en un panorama insostenible, por regirse por criterios irracionales o contrarios al sentido común. De nuevo, la planta hotelera de Playa Blanca ha salido a la palestra por las nuevas decisiones judiciales y municipales, con respecto a algunos hoteles. Y todo esto viene por la controversia del nuevo Plan General de Yaiza que no contempla la tan necesaria cobertura para regularizar, definitivamente, los 18 complejos turísticos, construidos en medio de una nefasta Moratoria Turística, aprobada, en su día, por el grupo del gobierno insular, que originó toda una telaraña de sentencias y resoluciones, que causaron una fuerte alarma en el sector turístico de la isla. La paradoja es que todos los hoteles poseían licencia municipal y fueron construidos en suelo urbano-turístico. El debate no se originó por atentado al medio ambiente, al paraje natural protegido o violación de la ley de costas, sino por una intrincada madeja normativa para contener un desarrollo “desorbitado”, pero al final tuvo un efecto “Boomerang”, además de ser anulada por los tribunales de Justicia, años más tarde. Pero la ignorancia y los despropósitos de la Moratoria crearon un clima adverso y desvirtuó la realidad, en beneficio de intereses particulares. Mientras empresarios y promotores arriesgan su dinero, algunos profesionales y políticos se enriquecen, acosta del dinero público y privado, sin invertir un euro ni crear un solo puesto de trabajo. Ahora se entiende las presiones para impedir la aprobación del nuevo Plan de Ordenación del Territorio y otras normativas, con el objetivo de dinamizar la economía y un crecimiento sostenible. La hostelería es, actualmente, el sector que más empleo crea y se contrata a más gente que antes de la crisis. El intervencionismo de la administración pública, muchas veces se convierte incoherente y perjudica gravemente al desarrollo de los pueblos. Su labor, en todo caso, es de facilitar el libre mercado y la actividad inversora, siendo muy prudente cuando redactan planes y leyes que puedan frenar el desarrollo y ahuyentar a los inversores.
Diez años después permanecen aún muchas interrogantes porque el Plan General de Yaiza no contempló la filosofía normativa territorial y urbanística del Gobierno de Canarias que incentiva a los empresarios a darle más volumen de construcción para renovar la planta hotelera. Pero ese criterio no se impuso quizás por cobardía política y otros motivos desconocidos. Lo que, a mi modo de ver, es incomprensible que unos complejos hoteleros puedan regularizarse y otros no. De nuevo se imponen actitudes contradictorias que deja la puerta abierta a continuar con los pleitos judiciales o derribo de algunos hoteles. Esto sería catastrófico para la imagen de Lanzarote, perjudicial para la propia economía y, por consiguiente, para la estabilidad del empleo.
La mayor parte de la gente de la isla está ya cansada de los múltiples pleitos judiciales que tienen su origen en las medidas de disciplina urbanística contradictorias y desiguales, cuando a determinados hoteles se le exige su cumplimiento y a otros se le exime, con similares cuestiones “legales”. Me supongo que los magistrados y jueces estarán ya asombrados de tanta controversias y líos urbanísticos que se suscitan en la isla de Lanzarote. Y es que es muy complejo desentrañar los hilos normativos, implantados en la isla, porque son enrevesados y confusos. Abstractos y subjetivos.
Es posible que tenga algo que ver la influencia “extraterrestre” del planeta Marte, ahora que se investiga la similitud con determinadas zonas de Lanzarote. No tiene otra explicación…