PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Hipocresía y disciplina

 

 

  • Francisco Pomares
  • Ha tenido que llegar el debate sobre el decreto migratorio para que el PSOE canario descubra que los partidos nacionales funcionan con disciplina de voto. Qué cosas. El PSOE canario se rasga las vestiduras porque los diputados canarios del PP votarán lo que diga Feijóo, mientras la estructura regional de los populares apoya el decreto de SánchezQue los diputados de un partido voten lo que dicta su dirección nacional, aunque esa postura no encaje con los intereses del territorio que representan, les parece a los socialistas ahora una excentricidad, una ofensa casi personal una bajeza… “¡Traición! claman en Ferraz los que llevan años aplaudiendo en el Congreso con las orejas mientras los suyos hacían lo mismo.

     

    No es por aguar la fiesta, pero el PSOE canario debería tener más cuidado con los espejos. Son peligrosos: tienden a reflejar la imagen completa, no solo el lado bueno. Si el problema es que el PP canario no puede (o no quiere) forzar a sus diputados a plantarse en el Congreso y desobedecer a su jefe de filas, habría que recordarles que ellos, los socialistas isleños, han practicado esa misma gimnasia durante décadas.

     

    Ahí está el glorioso episodio de las bonificaciones fiscales a la producción audiovisual. Año 2021: el Gobierno Sánchez decide fijar un límite de 10 millones de euros a las deducciones fiscales para cine y series. Canarias protesta: el REF exige un diferencial del 80 por ciento con el Estado. Torres se indigna en público, Cabildos y Parlamento se pronuncian, la prensa local se inflama de patriotismo. No es un asunto de especial interés para los ciudadanos, pero tocarnos el REF es como tocarnos los congojos. Por supuesto, los diputados canarios del PSOE votan al unísono en el Congreso lo que manda el Gobierno. Ni uno solo se atreve a levantar la mano o la voz. Silencio total, ni un tímido pero oiga, que esto va contra el REF. Ni un carraspeo. Luego ya, cuando el incendio amenaza con calcinarles, rectifican desde Moncloa y el límite sube a 12,4 millones para el Archipiélago. Eso sí, después de la votación, cuando ya habían quedado todos alineados con el partido.

     

    ¿Tasas verdes al transporte aéreo? El mismo exacto patrón: el PSOE de Canarias clama en nombre de la ultraperiferia, mientras en Madrid los propios votan, aplauden y asumen sin rechistar las políticas medioambientales del Gobierno. Salvar el planeta está muy bien, aunque los canarios nos cueste riñón y medio la distancia. En la crisis migratoria de 2020 y 2021, mientras Torres ruega derivaciones a la península y más recursos, los socialistas canarios en el Congreso son la imagen viva del mutismo. Ni mociones, ni enmiendas, ni apoyo al sistema de decreto que ahora se defiende, ni el más mínimo amago de rebeldía. Todo calma unidad. ¿Por qué? Porque saben perfectamente que estar en un partido nacional supone disciplina o puerta.

     

    Y ahora el PP de aquí se enfrenta a la misma contradicción: en Canarias apoyan el decreto migratorio, en Madrid sus diputados no lo duden- votarán en contra. Ni uno solo se abstendrá o perderá el avión y llegará tarde a votar. ¿Por qué? Porque en Génova les ha dicho que no lo hagan. Igualito que el PSOE cuando obedecen a Ferraz. Pero si lo hacen ellos, es sentido de Estado; si lo hace el PP, traición al terruño.

     

    La política no puede ser un torneo de virtud. Lopartidos nacionales son maquinarias de poder que exigen lealtad a los que pretenden seguir en el sistema. El PSOE lo ha hecho siempre, el PP también y Sumar y Vox lo mismo. Las reglas del juego son para todos. Aquí no hay héroes ni traidores, hay partidos que exigen disciplina. Y luego se indignan cuando el contrario pide exactamente lo mismo.

     

    El PSOE canario, escandalizado estos días, debería hacer un repaso de hemeroteca. Para refrescar la memoria. Quienes hoy reclaman valentía a los diputados del PP canario jamás la practicaron cuando tuvieron ocasión. También votaron sin rechistar la Ley de Vivienda de Sánchez, cuestionada en Canarias, también pasaron por el aro cuando se negaron derivaciones de migrantes a la península, mientras Canarias hacía de frontera sur de Europa. También defendieron en público lo que criticaban en privado, siempre sin poner en aprietos a su líder en Madrid. ¿Y el PP canario? Pues hace lo mismo. Como cualquiera que quiera seguir ocupando escaños y despachos en el sistema de partidos español. Aquí la única diferencia es el color de la chaqueta.

     

    Así que, por favor, menos lecciones de coherencia y más honestidad. La política española exige a los suyos disciplina de voto. Quien busque diputados que voten con el corazón o por los intereses de su tierra, que pruebe con alguna serie de Netflix. En la política real, la independencia de criterio es pura ciencia ficción.

    Comentarios (0)