Gracias por traernos a casa la cultura
Mar Arias Couce
Voy a hacer una confesión que no creo que sorprenda a nadie: me gusta la literatura, me gusta el cine y me gusta la música. Supongo que no soy ningún bicho raro. Al contrario, la cultura, la capacidad de crearla y disfrutarla, es una de las cosas que nos diferencia de los animales. Somos muy afortunados, tenemos la capacidad de disfrutar de la belleza, del entretenimiento y del ocio. Y en Lanzarote, estamos de suerte.
Es cierto que somos una isla pequeña a la que no llega, habitualmente, la oferta de ocio ‘mainstream’, como dicen los anglosajones, es decir los cantantes, actores o literatos que están en lo más alto. Los grupos más celebrados, los artistas más reputados, los autores o los actores más reconocidos van a Madrid, a Barcelona o, como mucho, a Las Palmas. Es así. Para ver sus obras, conciertos o firma de libros nos toca coger un avión o un barco. Pero sigo afirmando que tenemos suerte en Lanzarote porque tenemos toda una serie de empresarios y agentes culturales, pequeños, nada de grandes capitales todopoderosos, que han apostado por la cultura. Aquí en casa. Y van ganando porque cada vez Lanzarote está más presente en el mapa.
Por eso contamos, por la constancia del lanzaroteño Ismael Curbelo, que no ha dejado de tocar a las puertas precisas para mantenerlo en pie, con un Festival de Cine que destila vitalidad y al que los actores más reconocidos de nuestro país quieren asistir. Es pequeño, pero fuerte. Tenemos, además, de la mano de un escritor, también muy insistente en su pasión por la literatura, Carlos Battaclini, un Festival de Literatura que, pese a estar en su segundo año de vida ya ha contado con la participación de reconocidos escritores nacionales.
Y tenemos, no uno, sino dos festivales de música muy potentes, Sonidos Líquidos, que se celebró el pasado mes de junio, como siempre, con el cartel de “Todo vendido” colgado, con Neftali Acosta tirando del carro, y Arrecife en vivo, que disfrutamos en estos días y hasta mitad de octubre.
Arrecife en vivo cumple diez años haciéndonos disfrutar y caminar de la mano de Semi Gil y Tirso Blancas. Y caminar mucho porque no es sencillo seguir al gran Bully con su dedo gigante bailando a ritmo de batucada de un escenario a otro, escuchando grupos de lo más variopinto. Y es que este festival con carácter capitalino, no le hace ascos a nada. Ni al rock, ni al pop, ni al rap, ni al indie… a nada. Se trata de dar a conocer y disfrutar encontrando nuevos grupos que no habíamos oído demasiado, o igual, sí, pero da igual porque en las calles de Arrecife todo sabe mejor.
No creo que haya sido fácil para ninguno de ellos, ni para otros muchos que enarbolan proyectos culturales, a priori, tal vez no demasiado beneficiosos, levantarlos, mantenerlos en marcha e izarlos hasta ser reconocidos y premiados con galardones nacionales por su buen hacer. Por su sostenibilidad, por su originalidad, por la creatividad de su propuesta. Son propuestas particulares que, aunque han recibido ayudas administrativas, parten de un propósito personal, pensando en Lanzarote y en los lanzaroteños. Por eso digo que tenemos suerte, y no siempre, al menos yo, damos las gracias de manera explícita. Así que sí, gracias. Gracias por traernos a casa la cultura. No dejen de hacerlo.