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Fisiognómica electoral

Por Álex Solar

 

 

Leggo dentro i tuoi occhi da quante volte vivi dal taglío della bocca se sei disposto all'odio o all'indulgenza
(Franco Battiato, “Fisiognomica”)

 

Alrededor de este circo electoral que por suerte termina esta semana, abundan los chamanes y doctores brujos que analizan a los candidatos a la luz de extrañas y ocultistas disciplinas. Una de ellas es la morfopsicología, pariente lejana de las teorías de Lombroso y cuyo apóstol es el psiquiatra francés Louis Corman. Esta pseudociencia pretende que existen relaciones entre las características morfológicas de una persona y su perfil psicológico. La morfopsicología se halla entroncada con la antigua Fisiognomía, que comparaba las expresiones humanas con las de los animales y posteriormente a partir del siglo XVIII y hasta el XIX estudió el rostro como revelación del carácter del individuo.

 

Una de estas noches vi a dos “expertas” nada menos que en el canal de la Iglesia y de la derecha más rancia. Las dos mujeres, puntero en mano, desgranaban su sabiduría frente a las imágenes proyectadas de dos de los candidatos a la presidencia. Rivera, decían ellas, es un tipo ambicioso, lo dice su rostro más bien ancho, donde sobresale una boca sensual. Sus ojos, en el debate a cuatro, le traicionaron con su continuo movimiento que denotaba nerviosismo e inseguridad, ganas de decir más cosas de las que podía articular adecuadamente. Pero el rostro de Pablo Iglesias fue el que más cosas revelaba a las meigas de la morfopsicología. Por una parte, sus “complejos”, de niño pobretón abandonado por sus padres separados y enviado a estudiar lejos, a un colegio público. De allí su obsesión por la enseñanza. Por otra parte, su desaliño, algo con lo que se siente cómodo, pues en su escala de valores lo importante es el intelecto, algo de lo que se siente orgulloso al poseer una mente brillante. Pero, aquí viene lo bueno, lo peor de la fisionomía del líder de Podemos es su dentadura, que las morfopsicólogas señalaron como “descuidada”. El tertuliano Miguel Ángel Rodríguez Bajón, alias MAR, aplaudió entusiasmado cuando alguien dijo que “no se podía confiar el gobierno a alguien con los dientes torcidos y sucios”.

 

Hay un italiano en la cadena La Sexta de nombre enrevesado que también va de experto descifrando personajes políticos por su aspecto. Lo sabe todo de ellos por su forma de mirar, de peinarse, de plantarse ante las cámaras. Lo que no dicen es quién ganará, por la cara bonita o fea. Parece que eso no lo revela la fisiognomía.

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