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El tabú

Sara González

 

Escucho a muchas personas hablar sobre la buena música, o comparar a unos cantantes con otros. Aunque he de confesar que al principio no lo entendía, según pasa el tiempo lo voy comprendiendo, e incluso comienzo a usar esas mismas palabras. Cuando escucho hablar de “buena o mala” música, mi cerebro empieza a recopilar información para intentar distinguirla. Porque, ¿quién quiere algo malo? Todo el mundo quiere lo bueno.

 

Es en esa búsqueda cuando empieza la indecisión de saber si la sé elegir. Pero claro, para la generación del baby boom o la generación X, la clave está en las letras explícitas que hablan de sexo. Y defienden que la música de antes no faltaba al respeto.

 

En este momento, se inicia mi análisis. ¿Qué es lo que realmente dicen las canciones de antaño? Empiezo a escuchar esto: “Yo sé que mi cariño te hace falta, porque quieras o no, yo soy tu dueño” de Luis Miguel. O el “Tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte, hasta que digas que sí” de Los Ronaldos. No puedo pasar por alto estos versos de Siniestro Total: “Hoy voy a asesinarte, nena. Te quiero, pero no aguanto más […] Y el lechero te da leche de verdad”.

 

Canciones poco inocentes, que no se quedaron en el pasado. Ya que han pasado las décadas y su mensaje continúa implícito en ellas. Un ejemplo de ello es “Gracias al maltrato se puso bella” que canta Sech. Porque, “Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol” de Romeo Santos tampoco se queda atrás. Al igual que tampoco lo hace el “Chingan cuando yo les digo” de Maluma, de una canción muy criticada en su momento.

 

Entonces, ¿cuál es la música buena, la de antes o la de ahora? “Que sí, que no, que nunca te decides”. La música siempre ha plasmado los sentimientos y las vivencias de quienes las componen.

 

Quizás, esa es la razón por la que, sin conocer a su compositor, podemos ser capaces de conectar y trasladarnos a dónde este quiere. Quizás también porque hablan de sentimientos, y esos son universales, tanto es así, que son capaces de mover las fronteras y culturas. Obviamente con el lenguaje del momento en el que se crean. Quizás, es una de las pocas cosas que nos puede unir como seres humanos, ya que muchas veces, sin entender un idioma somos capaces de disfrutarlas.

 

O es que, simplemente, ¿debemos mirarla con distintos ojos dependiendo de la época en la que se creó o el género en el que se cante? Pues, ¿no es la música, sólo una secuencia de palabras que busca la rima para expresar un sentimiento o vivencia? Sea lo que sea, una cosa tengo clara: la música, al igual que la moda, es cíclica y siempre se repite. 

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