El secreto de la mujer de los ojos de gata
Andrés Martinón
Hace unas semanas iba en mi coche y escuchaba música. Tengo en una única carpeta de un pen drive conectado por USB casi 800 canciones que considero que están entre las que más me gustan o más me animan. Y de repente oí los primeros compases de una canción que decían: “Fue en un pueblo con mar...”. Y empecé a tararear unos de los himnos más reconocidos del gran Joaquín Sabina que es 'Y nos dieron las diez'.
Y ahí fue cuando mi mente viajó a abril de 2015, cuando los medios lanzaroteños nos hacíamos eco de que la chica a la que se refería Sabina que le abriera “el balcón de sus ojos de gata” era lanzaroteña, más bien, que la historia está basada en un episodio real vivido en Lanzarote. Bombazo total. No solo para nosotros sino, creo yo, para todos los melómanos. Y digo abril de 2015 porque fue cuando en una entrevista en el diario El Comercio de Gijón el entrevistador le insinuaba al genio de las letras perfectas que la mujer que reinaba detrás de la barra del único bar que vio abierto era de Gijón. La respuesta de Sabina fue tan clara como desconcertante:
- “Lo bueno que tienen las canciones es que en ese caso vale para todos los sitios que tienen mar, para eso las escribe uno. ¡Pero era Lanzarote!”, dijo Sabina
En la entrevista, el periodista en cuestión ni se da cuenta de la trascendencia que tiene la respuesta. De hecho, ni destacó esta frase ni tituló por ahí la publicación. Hizo otra pregunta sobre una canción cantada con Víctor Manuel y Ana Belén. Pero claro, el de Úbeda acababa de destapar el santo grial de una de las letras más románticas de la música moderna española.
Por instinto periodístico o por simple curiosidad, se me activaron las neuronas; más bien se revolucionaron. Y empezaron a llegar diversas preguntas. ¿Qué pueblo de mar de Lanzarote? ¿Qué concierto? ¿Qué bar que estaba abierto? ¿Qué sucursal del Banco Hispanoamericano? Y sobre todo:
¿Qué mujer?
Estoy seguro, estimado lector, que usted sabe algo. De hecho, cuando he hablado de este asunto, muchos ni lo sabían pero los que lo saben, tienen su propia versión. Cobra fuerza la teoría de que la señorita era periodista; que el concierto fue en Puerto del Carmen; algunos dicen que la joven no era lanzaroteña, sino peninsular. Algunos hasta detallan el punto geográfico exacto de origen. ¿Verdad o leyenda?
A diferencia del compañero gijonés, yo sí estaría interesado en saber quién fue la mujer que inspiró a Sabina a crear una de esas canciones perfectas de amor. Como decía Silvio Rodríguez en el 'Unicornio Azul', “Si alguien sabe de él (en este caso, de ella), le ruego información”. Evidentemente, no hay que tener un premio Pulitzer para saber que el conocimiento de la identidad de esta mujer (suponemos, que en la actualidad es una señora) sería como el que se dio cuenta de que Lucy in the Sky with Diamonds de Los Beatles hacía alusión al LSD (también es otra leyenda).
No quiero molestar a nadie. Supongo que esta persona y el propio Sabina si no han revelado su identidad es porque así lo consideran mejor. De todas maneras, me da a mi la sensación de que este artículo no va a recibir críticas de su aludida, pero que sepa que si quiere contarme la historia, le protege mi secreto profesional. Seré todo oídos y tendré bajo mi custodia el secreto de la mujer de los ojos de gata.