El nuevo escenario de Canarias en espera
Por Antonio Coll
El dos de mayo concluye el plazo legal para investir a un presidente de Gobierno del Reino de España. En caso de no elegirse, automáticamente, el Jefe del Estado firmará la convocatoria de nuevas elecciones generales, que deben celebrarse el 26 de junio.
El problema de todos estos retrasos es que la llamada Agenda Canaria permanecerá paralizada y las prioritarias cuestiones, como el nuevo REF (Régimen Económico y Fiscal - y Social-)de Canarias, no se podrán negociar y aprobar hasta que no haya un nuevo gobierno español. El desafío del nuevo escenario es esencial para los destinos de las islas. Está en juego la financiación autonómica, donde los planes de infraestructuras y sociales tiene que plasmarse para una legislatura que se percibe complicada, inestable y muy confusa. Y con este panorama, la negociación entre los gobiernos de Canarias y de España resultará difícil para dibujar claramente las imperiosas necesidades para dar estabilidad al futuro del archipiélago. Como muy bien expone el experimentado político canario, José Carlos Mauricio, cuando hay cambio de gobierno en España, “Canarias tiene que empezar a explicar en Madrid sus problemas desde cero, lo que resulta un esfuerzo complicado y fatigoso, para explicar a los nuevos gobernantes españoles, el hecho diferencial y la singularidad de Canarias”.
Como es obvio, si encima no se configura un nuevo ejecutivo español antes del dos de mayo, la situación será desesperante para Canarias y con toda seguridad, el nuevo REF no se negociará hasta el 2017. Otro problema grave para las islas es que los Fondos Estructurales de la Unión Europea, destinados a Canarias, programados en el periodo 2014-2020 no se podrán aplicar o tramitar con un Gobierno en funciones, según mis noticias. Y la partida programada asciende a 2.400 millones de euros. Esto originará el consecuente descenso de recursos presupuestarios para la Comunidad Autónoma de Canarias y, naturalmente, frenará muchos proyectos e inversiones públicas, que redundará, principalmente, en la oferta de empleo, crucial para la supervivencia de muchos residentes canarios. Con una tasa de paro superior al 25%, las expectativas de erradicar la pobreza y la exclusión social, se agravan si el periodo de conformar un gobierno se alarga en el tiempo.
Un Gobierno transitorio entre PSOE y C,ses una buena opción para los intereses canarios, si no basamos en las promesas del futurible presidente, Pedro Sánchez, de atender las cuestiones prioritarias de Canarias. El programa, sobre todo económico y social, firmado por ambas formaciones, me parece una propuesta óptima para los intereses generales del Estado Español. Lo que está claro es que ir a unas nuevas elecciones, es un riesgo inmenso, ya que todos los indicadores simplifican que, con toda seguridad, el panorama político electoral seguiría igual o con cambios insignificantes al actual. Por lo que convocar elecciones se percibe como muy nefastos para la recuperación económica y el incremento de puestos de trabajo. Es de emergencia que el Reino de España, cuanto antes conforme un gobierno, por supuesto, estable y sin políticas de recortes “inquisidoras” practicadas en los últimos años. Una mezcla de un programa económico liberal con tintes “socialdemócrata” puede ser una buena solución, al menos de forma transitoria. Y Canarias se vería beneficiada con ese modelo y la negociación de su nuevo REF y la correspondiente financiación autonómica asegurada. Ya veremos. El dos de mayo es la fecha límite.