PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

De la “beligerancia” a la paz

Por Antonio Coll

 

Después de nueve meses deshojando la margarita, donde siempre aparecía “sí pero no”, la dirección del PSOE insular, finalmente, ha dado el visto bueno para que los cinco consejeros del Cabildo de Lanzarote hayan decidido entrar en el grupo de gobierno insular, si bien no  han ofrecido explicaciones para valorar el cambio de actitud. Es posible que el voto positivo de Ana Oramas (CC) a la investidura del socialista Pedro Sánchez, haya estado en las negociaciones previas, entre otras cuestiones de interés canario. No nos olvidemos que el pacto CC-PSOE en el ámbito de la comunidad autónomacanaria se firmó en Madrid, precisamente con el secretario general de los socialistas y Fernando Clavijo. A mi entender, José Miguel Pérez, secretario general en Canarias, fue cómplice para impedir el acuerdo, junto con los disidentes, de todos conocidos,  en el partido socialista insular, que eran partidarios de seguir una supuesta estrategia para “quemar” a Pedro San Ginés y derribarlo de la presidencia, con el apoyo de otros partidos en la oposición. Criterio que, en mi opinión, no compartía José Juan Cruz ni Loly Corujo, al detectar que se trataba de una arriesgada estrategia que en el fondo significaba “un callejón sin salida” porque ponían en riesgo el pacto entre nacionalistas y socialistas en todas las islas y,  además,  las combinaciones aritméticas eran muy complejas y con muchos ingredientes desestabilizadores. Según me cuentan, en la dirección nacional de los socialistas no “entendían nada” de lo que sucedía en Lanzarote, por lo que  las instrucciones fueron órdenes firmes de cumplir con el pacto firmado, después de la elecciones autonómicas y locales.

Ahora, lo importante, una vez ratificado el pacto, es que con un grupo de gobierno mayoritario y estable, el Cabildo de Lanzarote pueda emprender las actividades normales en todas sus áreas y, por supuesto, intensificar el trabajo para aprobar los planes prioritarios aún pendientes de aprobar,  como es el PIOT y el Plan Especial de La Geria, entre otras cuestiones importantes,  enquistados, por esos nueve meses perdidos, en un túnel donde no había forma de encontrar la luz,  para escapar de una situación desesperante,  provocada por débiles y dubitativos argumentos. Afortunadamente, ahora, se ha agrandado el ángulo de vista gracias a que los consejeros socialistas han recapacitado su posiciónpara incorporarse al grupo de gobierno.

Yo confío que José Juan Cruz Saavedra y sus cuatro consejeros tienen por delante muchos retos que cumplir y se adaptarán a la nueva situación, cumpliendo todos los compromisos contraídos, en el pacto firmado, en su día, para la gobernabilidad del Cabildo Insular. El ex alcalde de Tías es un político experimentado y pragmático, por lo que pienso que su labor se hará sentir, en beneficio de toda la isla. No descarto las múltiples presiones que recibirá a la hora de tomar decisiones importantes, sobre todo en cuestiones de políticas territoriales y planes de ordenación. A mi manera de ver y conociendo el perfil de José Juan Cruz, el grupo socialista, en el Cabildo,  optará por seguir el sentido común, siempre y cuando se aleje de las “amistades peligrosas”, algunas ubicadas en su propio partido. Lo fundamental es que se guie por la brújula de la estabilidad, en busca de alternativas positivas y políticas pragmáticas. Los años de estancamientos por los pleitos judiciales y las hostilidades pueriles, es imprescindible que desaparezcan del mapa de la isla. Estamos inmersos en un cambio de época y de muchas transformaciones.  Lanzarote necesita avanzar y solucionar múltiples problemas, para dinamizar su economía y atenuar el sangrante índice de desempleo. Y los gobernantes son claves para que ello suceda.  

Comentarios (1)