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Així, no

Por Alex Solar

 

Menorca, Reserva de la Biosfera, es un regalo de la naturaleza. Sus calas, sus monumentos megalíticos, su paisaje “bonsái”, sus quesos y su gastronomía son celebrados por la prensa y los visitantes. Un importante medio nacional publicó el obligado reportaje en estos días y algunos menorquines dejaron sus comentarios de los aspectos menos gratos de la realidad insular, como la masificación turística (allí también padecen el “todo incluido”) y la monstruosa ampliación de su carretera general, que ha generado protestas de amplios sectores sociales bajo el lema “Així, no” (Así,no), ante el silencio de la administración en la pasada legislatura. El tramo en cuestión tiene 45 kilómetros, conecta la capital con pequeñas poblaciones del interior y termina en Ciutadella, en la otra punta de la isla. La obra fue promovida por el anterior Consell Insular, con mayoría conservadora y en particular por su Vicepresidente y Consejero de Movilidad, el general Luis Alejandre, que figuró como independiente en las listas del PP, en 2011. Figura controvertida, tras el desastre del Yak 42 fue cesado como Jefe del Estado Mayor del Ejército por el entonces Ministro Bono, en 2004 y se marchó no sin armar revuelo. La “carretera general del general”, proyecto financiado por Fomento, está en fase avanzada y contempla seis grandes rotondas, algunas a doble nivel, con gran impacto sobre el paisaje y en su conjunto constituye una actuación irreversible. Se comprende por qué los menorquines, gente sensibilizada ante el deterioro medioambiental, se han movilizado masivamente al igual que contra las prospecciones petrolíferas, que todavía siguen siendo una espada de Damocles muy amenazante. El menorquín medio es culto y amante de sus tradiciones, tiene razones para desconfiar de los que en aras del desarrollo turístico pretenden destruir su entorno y les han dado carretera y manta. Pedro J. Bosch, columnista del único diario insular, afirma que los menorquines “no han estado por la labor de entregarse de lleno al fenómeno turístico” como el resto del archipiélago, y recordaba lo que decía su “paisano” (menorquín de adopción) Iñaki Gabilondo: que los isleños quieren turismo… pero sin turistas. El nuevo gobierno insular presidido por Maite Salord, de Més, con el apoyo de socialistas y Podemos, y que durará dos años, alternando con el PSOE en 2017, pretende conciliar estos extremos parando las obras de la polémica carretera para modificarla, reduciendo las rotondas, además de redactar un nuevo Plan Director Insular. Menorca se lo merece.

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