Torretas y populismo
La reacción de algunos políticos sobre el proyecto de mejora del sistema eléctrico del sur de la isla, donde se construirán tres nuevas subestaciones (Tías, Mácher y Playa Blanca), ha pecado de cierta irresponsabilidad y dosis de populismo. Primero, porque ahora gritan cuando el proyecto ya está en fase de ejecución (las obras están previstas iniciarse en los próximos dos o tres meses) y callaron cuando tenían que hablar. Segundo, porque muchos de esos políticos a los que hemos oído hablar con el desparpajo que da la ignorancia, se han opuesto desconociendo realmente el proyecto, así como los objetivos y la singularidades del mismo. Ni falta que le hace. En esta Lanzarote biosférica lo más fácil es oponerse a unas torretas o a todo lo que suene a construcción. Da lo mismo que cuenten con el visto bueno de la Cotmac, da lo mismo que realmente sólo se vayan a sustituir a las viejas torretas ya existentes por otras nuevas pero con menos impacto. que sea prácticamente el mismo trazado pero mejorado o que haya técnicos que adviertan que el soterramiento causa mayor impacto ambiental. Aquí, lo fácil, lo políticamente correcto, es decir que no a las torretas y punto. Que se ponga en serio peligro el sistema eléctrico de Lanzarote si se retrasa la inversión sine die o que se pierda una inversión próxima a los 50 millones de euros da lo mismo. Lo importante es tener los ecologistas algo que echarse a la boca tras acabarse el cuento del petróleo.
Impacto cero
Con el asunto de la torretas eléctricas del sur se ha demostrado una vez más que en esta isla no hemos madurado y que los políticos no son capaces de decir lo que piensan. Ese proyecto empezó a moverse por REE (Red Eléctrica Española) en el 2008, haciéndose las consultas previas a ayuntamientos afectados y cabildos. Al año siguiente se sometió al estudio de impacto ambiental, luego se puso a información pública, se remitió el resultado de la información pública a Medio Ambiente y en 2011 aprobó en la Cotmac la declaración de impacto ambiental condicionada a ciertas mejoras. Se declaró la obra de interés general y Yaiza (la que más ha gritado contra ese proyecto ahora) no dijo nada y en mayo de 2016 , con el PSOE y CC gobernando en Canarias se aprobó en el Consejo de Gobierno la ejecución de la obra. Bien, pues ahora, a tres meses de acometerse, cuando ya está todo preparado, se arma la escandalera. Mucho oportunismo y mucha irresponsabilidad. Está bien que se intente mejorar el proyecto si se puede mejorar, pero lo que no se puede es mantener una posición numantina por mucho que se demuestre que soterrar la red eléctrica no es posible, ni lo mejor. No se puede llorar ahora lo que no se supo defender cuando tocaba. Esperemos que las autoridades sean responsables y sepan lo que se juega Lanzarote, pero nos da que es una campaña perdida. La demagogia siempre triunfará en esta isla. La irresponsabilidad, también.