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“Cuando mi niña me dijo 'Ay mamá, me están matando, me estoy quedando sin aire', es cuando yo me boté y la navaja fue a mí”

“Yo creí que le estaba dando taponazos y eran puñaladas. Me volví loca", cuenta Benida, la madre de la apuñalada en La Graciosa y testigo de la agresión

 


Yolanda Téllez

Fotos: Jesús Betancort

Vídeo: Lancelot Televisión

 

Nerviosa y sin casi poder articular palabra. Así se mostraba esta mañana la madre de Sandra, conocido como Sandra la Rubia, la mujer que fue apuñalada en la noche del lunes en La Graciosa y que ahora, tras haber sido sometida a una operación de urgencia, se recupera en el hospital. “Estoy muy mal, esto ha sido muy duro”, afirmaba.

 

María Dolores Torres, conocida en la octava isla como Benida, fue testigo de los hechos e, incluso, por abalanzarse para salvar la vida a su hija, recibió también una puñalada en un muslo. Benida afirma que todo fue muy rápido e, incluso, en un primer momento, no se dio cuenta de que a su hija la estaban intentando matar.

 

“Fue tan de traición... Mi hija venía en busca mía, porque yo siempre me pongo al lado de la iglesia a esperarla. Ella se fue a sentar y no me dio tiempo, cuando la agresora llegó por detrás. Ni ella la vio. Le dio el tirón para detrás. Yo creí que le estaba dando taponazos y eran puñaladas”, contaba Benida.

 

“Cuando mi niña me dijo 'Ay mamá, me están matando, me estoy quedando sin aire', es cuando yo me boté y la navaja fue a mí y otra puñalada. Me volví loca, loca, como cualquier madre”, relataba la madre de Sandra a las puertas del hospital, de donde veía a ver a su hija.

 

Benida no fue la única familiar testigo de los hechos. También estaban allí una tia suya de más de 80 años y su cuñada. “Siempre estamos allí por las tardes. Si yo no llego a ir ese día, a mi niña la mata, porque la encuentra sola y la mata”.

 

La madre de Sandra no se esperaba que ocurriera esto, aunque afirma que la agresora venía desde hace tiempo “amenazando a su hija”. “Ella callada, no me decía nada”, apuntaba.

 

Ahora, su hija se recupera en planta del hospital tras haber salido ayer de la UCI. “Está bien, pero muy nerviosa, porque empieza a recordar”, afirmaba su madre.

 

Lo único que espera Benida es que “se haga justicia”. “Tengo fe en la justicia. Que me fueran a llevar a una niña de 42 años, no es justo”, concluía entre lágrimas la madre de la agredida quien, en ese momento, se dirigía a los Juzgados a declarar.

 

“Temí por su vida”

 

Junto a ella, se encontraba esta mañana su hijo, Suso Morales, quien estaba en una cafetería cuando su hermana fue apuñalada. “Yo no lo vi, me lo contaron. Llegué 20 minutos después. Me dijeron que la cogió por la espalda y se ensañó con ella y gracias a la gente que había se salvo. Gracias a Dios que mi madre la pudo ayudar, porque se abalanzó sobre mi hermana”, relataba. “Lo que me contaron es que se le cayó el cuchillo y una mujer lo retiró”, añadía.

 

Suso temió por la vida de su hermana ya que, explica, recibió puñaladas en el pulmón y en el riñón. “Fue una operación de hora y media. Le abrieron por delante todo. Temí por su vida, aunque tuvo bastante suerte y gracias que lo puede contar”, señalaba.

 

El hermano de la agredida dice que tampoco se esperaba esto y afirma que no sabe si había problemas entre su hermana y la agresora. “Yo no sé lo que habrá pasado entre ellas”, afirmaba.

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