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Condenado a seis años y medio de cárcel por violar a su exmujer en Arrecife

Deberá cumplir además cinco años de libertad vigilada cuando salga de prisión y tendrá que indemnizar a la víctima con 10.000 euros 

 

Lancelot Digital

 

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a Jorge Manuel Bethencourt a seis años y medio de cárcel al considerarle culpable de un delito de agresión sexual por violar a su exmujer en Arrecife. Asimismo, no podrá acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante 12 años y deberá indemnizarla por daños morales con 10.000 euros. Fiscalía pedía inicialmente doce años de prisión, pero se ha aplicado la atenuante de dilaciones indebidas. No obstante, una vez cumpla la condena, se le impondrá "libertad vigilada" durante cinco años. 

 

Aunque Jorge Manuel Bethencourt negó durante el juicio que forzara a su expareja, la sala considera probado que la violó. Los hechos tuvieron lugar en abril de 2012. Cuando la mujer estaba dejando al hijo menor de ambos en el colegio, el acusado se le acercó invitándola a que le acompañara a su domicilio para hablar sobre el divorcio de ambos, a lo que su expareja accedió.

 

"Cuando ella llegó a la casa, el procesado ya estaba en su interior, le abrió la puerta del domicilio y, una vez que ella entró, procedió a cerrar la puerta del inmueble con llave haciendo lo mismo con la puerta del dormitorio, una vez que, tras agarrarla fuertemente del brazo, la introdujo en el interior", Ya dentro de la habitación, la empujó encima de la cama y, con la finalidad de satisfacer sus deseos sexuales, se bajó los pantalones y tras bajarle a la fuerza los pantalones, las bragas y el resto de la ropa que llevaba puesta, y como quiera que rechazaba mantener con él relaciones sexuales, comenzó a golpearla en diversas partes del cuerpo mientras le decía 'Vas a ser mi esclava', penetrándola vaginalmente sin ningún tipo de protección, llegando a eyacular en el interior de la vagina", se recoge en la sentencia.

 

La Audiencia basa su sentencia en el "material probatorio" puesto a su alcance y, en particular, en la declaración de la víctima por ser "firme, coherente y persistente a lo largo del procedimiento". Y es que, aunque la mujer retiró la acusación unos días antes del juicio intentando no testificar contra su exmarido porque consideraba que ya había "cumplido su pena" al estar un año en prisión provisional, ésta acabó declarando en el juicio después de que la presidenta de la sala le recordara que tenía la obligación de hacerlo.

 

"A partir de ahí nos relató cómo ese día se encontró con su expareja, pues ya estaban separados de hecho, como él le propuso acudir al domicilio a hablar del divorcio y que una vez que llegó allí fue él quien cerró la puerta de la casa con llave y, tras introducirla violentamente en el dormitorio, hizo lo mismo con la puerta de la habitación para, a continuación, y no obstante su constante oposición, tras quitarle la ropa mantener con ella relaciones sexuales que incluyeron penetración vaginal no dudando en usar la violencia física para vencer la resistencia de la víctima y lograr su propósito", se señala en el fallo. Además, la sala recuerda que constaban "evidencias objetivas, de carácter físico", pues la mujer sufrió diversas lesiones en el abdomen, los muslos y los glúteos que, según los forenses, "se corresponden con su relato de lo sucedido".

 

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