Almagre, la pasión por la artesanía y el diseño
Noelia Blanco es la impulsora de una empresa con la que trata de devolver al artesano al lugar que le corresponde, al tiempo que hace realidad su sueño creativo
Noelia Blanco se define a sí misma como creadora de piezas artesanales con orgullo. Deja a un lado sus estudios, sus pasados trabajos y se aferra a su actual profesión que es, además, su gran pasión: la artesanía entendida como lo que es, la creación de cada pieza de forma artesanal. “Yo realizo cada una de las piezas del proceso (de manera artesanal), sea cual sea su tamaño, siempre que sea posible hacerlo”.
Noelia es la creadora e impulsora de Almagre, una pequeña empresa lanzaroteña de bisutería y complementos artesanales que ya ha hecho sus primeras incursiones en la península. Pero para entender porqué puso en marcha Almagre hay que remontarse algo atrás en el tiempo. “Lo cierto es que siempre me ha gustado la artesanía, las cosas auténticas, hechas a mano, de hecho el propio nombre de la empresa, Almagre. Almagre es la tierra roja que se emplea en la alfarería y yo lo que utilizo, por decirlo de alguna forma, una versión moderna de arcilla”, explica. “Me gusta que cada pieza sea distinta y tenga alma, carácter propio”.
Los orígenes de su empresa se remontan al año 2006. “Empecé a hacer cosas para mi casa, cuadros, muebles, joyas de bisutería para mí”, explica. “Me centré en la arcilla polimérica por la cantidad de posibilidades que ofrece este material para crear piezas propias, luego todo lo demás depende de la imaginación y la creatividad de cada uno”.
Poco a poco, la gente empezó a fijarse en las piezas que lucía la propia Noelia, que siempre es la mejor modelo de sus trabajos, y comenzaron a solicitarle encargos. “Me pedían cosas concretas, o algunos modelos similares a los que yo tenía”, explica. “Ya en 2010, cuando dejé de trabajar en la empresa en la que estaba por cuestiones personales, decidí planteármelo como algo más serio. Quería hacer algo propio”.
El germen de la empresa fue creciendo paso a paso. “Una cosa llevaba a la otra, alguna clienta me compraba un collar y me sugería hacer pulseras como regalo, y esta clienta atraía a otra”, cuenta Noelia, puntualizando que las pulseras personalizadas para los detalles de comunión y boda se han convertido en uno de los encargos a gran escala que más le han hecho en los últimos años. “Cumpleaños, detalles, regalos personalizados… llegó un momento en que vi claro que esto tenía salida como algo más serio. Hace cuatro años di de alta Almagre como empresa y comencé el recorrido”.
Noelia trabaja con tiendas de la isla en las que expone sus piezas y lo hace en sus propios estantes, customizados por ella misma. Las joyas se exponen en expositores hechos por ella, las etiquetas, todo... Lleva la artesanía hasta el límite en todas las partes del proceso.
Técnicas de creación
Una sola pieza de las muchas que lleva un collar o una pulsera de las que hace Noelia está formada por otras pequeñas piezas que se van integrando entre sí. Flores, formas geométricas, dulces en miniatura… un intrincado y colorido mundo propio que parece sencillo y divertido, pero lleva tras de sí una compleja ejecución. “A mí me gusta mucho la técnica del collage, la uso con frecuencia y lo hago superponiendo diferentes murrinas para formar cada una de las figuras”, señala, explicando que murrina es el resultado final del diseño, bien cilindros, cuadrados, rombos o rectángulos de arcilla polimérica, que utiliza. “Cada murrina se va laminando y esas pequeñas teselas forman parte de la pieza final. No es difícil imaginar todo el trabajo, y las horas, que hay detrás de cada pieza. El proceso explica también el que no haya ningún collar, pulsera, pendiente, broche o anillo, igual a otro. Todos son distintos porque no me salen dos piezas iguales”.
El trabajo es lento pero muy entretenido para la creadora que lleva dentro. “A veces confundimos las piezas que se venden en algunos mercadillos, que son piezas montadas, donde todo se ha comprado al por mayor, con la artesanía”, diferencia, apuntando que un collar puede llevarle entre dos y tres días. “Una obra artesana exige que todo se haga a mano, cortar, pulir, dar forma, montar, hacer los acabados... Se tarda más, pero el resultado siempre es único”.
Todos los diseños son personalizados. “Lo único en lo que sí me fijo cada temporada es en los colores que se llevan, todo lo demás va un poco de la mano de mi imaginación, combino la arcilla polimérica con otros materiales como plumas, cuerdas, metal… voy cambiando”, señala. “Para este año se va a llevar mucho el verde fresco y la gente me lo está pidiendo”.
Pero no sólo son joyas lo que se hace en Almagre. Noelia se atreve con todo bolsos, carteras o mochilas de polipiel, con accesorios, cintas, piedras, todo cosido a mano; pantalones, camisetas o cazadoras customizadas o pintadas a manos con diseños propios; cajas de cartón personalizadas y realizadas a mano para entregar los regalos; muestrarios de elaboración propia… no hay límites. El único la imaginación y la capacidad de trabajo. “Lo único que sí procuro es que las piezas se vendan a un precio justo. Llevan un trabajo detrás y creo que los artesanos y diseñadores se merecen que se reconozca y que el cliente valore la diferencia, que es muy grande”, señala, apuntando que aún así hay piezas por diez o veinte euros muy bonitas y que se venden muchísimo.
De momento, Noelia trabaja con varias tiendas de Lanzarote Tarhey y Coqueta Moda, entre ellas y atiende encargos que le hacen on line o clientes habituales, pero se plantea ir mucho más allá. “Creo que este año tiene que ser el definitivo, el que me lleve a dar el salto a la península”, señala. “Ya he vendido cosas fuera, por encargos de gente que ve mis cosas a través de redes sociales, pero quiero ir más allá”.
Es posible ver todo lo que hace esta joven diseñadora en su facebook, instagram o en el blog “almagrecrea.blogspot.com.