La huelga de los controladores aéreos no se nota en Lanzarote, aunque la isla se prepara para el paro del domingo
Se ha establecido un dispositivo con Asolan por si hay que reubicar o retrasar la salida desde los establecimientos al aeropuerto si los retrasos fuesen importantes
Lancelot Digital
La huelga de los controladores aéreos pasó ayer desapaercibidad por Guacimeta, tal y como confirma el gerente de la SPEL, Héctor Fernández.
“Ayer, haciendo balance con la dirección del aeropuerto, con Asolan, con las empresas de handling y demás, podemos decir que apenas hubo ninguna incidencia en Lanzarote, salvo algunos retrasos que al final se demostró que fue por niebla que hubo en Tenerife Norte-Los Rodeos, por lo cual podemos decir que ni siquiera hubo retrasos por culpa de la huelga. Al ser también un día valle en lanzarote, tras una reunión de coordinación que tuvimos el viernes por la tarde en el aeropuerto, ya se preveía que las incidencias iban a ser mínimas y también se espera que para mañana, a no ser que se desconvoque que no está previsto, sea también un día tranquilo”, afirma.
El problema podría surgir el domingo, que es uno de los días fuertes. “Nos preocupa un poco más, porque es un día de mayor tráfico y puede ser que los retrasos puedan generalizarse y ser una molestia para los turistas. También tenemos previsto un dispositivo con Asolan por si hay que reubicar o retrasar la salida desde los establecimientos al aeropuerto si los retrasos fuesen importantes”, explica Fernández.
De todas formas, exise la posibilidad de que el paro se desconvoque, pues la intención de los controladores es causar el menor daño posible por propio interés. “Perdieron mucha popularidad y mucho apoyo en la huelga pasada del puente. En este caso, la estrategia de la huelga es distinta, no afectar a los pasajeros, sino conseguir presencia mediática con esos paros en muchos días a lo largo de la semana. Ellos mismos no quieren perjudicar a los pasajeros porque eso les resta apoyo social”, destaca el gerente de la SPEL.
La huelga afecta especialmente a Gran Canaria y Tenerife, donde los aeródromos son gestionados por Enaire, matriz de Aena.